Fiesta roja en las calles de Lille
Aficionados de País de Gales y de Bélgica conviven pacíficamente en las calles de Lille en un ambiente de celebración antes del encuentro.
Después de la triste jornada de hace quince días cuando los ingleses, los eslovenos y los rusos tomaron las calles, obligaron a intervenir a la policía para frenar los incidentes que ocurrieron y obligaron a cerrar comercios, Lille se merecía un día de fiesta futbolera como la que le ofrecieron los seguidores de País de Gales y de Bélgica en la previa del partido de cuartos de final en el estadio Pierre Mauroy.
Los aficionados de ambos países convivieron mezclados en las terrazas de los bares, en las plazas y en las calles sin ningún tipo de problema. Era habitual ver a aficionados de ambos conjuntos saludarse, compartir cervezas y hacerse fotos juntos e incluso improvisar partidos de fútbol en la misma plaza en la que quince días antes la policía tuvo que emplearse a fondo ante los hooligans.
