El técnico de la selección checa de fútbol, Pavel Vrba, ha anunciado hoy su dimisión al frente del equipo tras llegar a un acuerdo con el Anzhi Makhachkala, de la primera división rusa.
"Tras la Eurocopa he evaluado todas las circunstancias y al final he decidido aceptar una oferta del Anzhi Makhachkala, cuyos detalles pude conocer varios días después que acabara el campeonato", declaró Vrba en la página oficinal de la Federación Checa de Fútbol.
Vrba, de 52 años y que en su trayectoria deportiva pasó varios años como jugador del Banik Ostrava, tomó las riendas de las selección checa en diciembre de 2013 y su balance al frente del combinado nacional ha sido de diez victorias, cinco empates y diez derrotas.
Antes había puesto los fundamentos del éxito en el Viktoria Pilsen, al que dirigió entre 2008 y 2013, y con el que obtuvo dos títulos ligueros, una Copa y una Supercopa checa.
Ahora, tras culminar como primero de grupo la fase de clasificación para la Eurocopa de Francia, los centroeuropeos sufrieron dos derrotas, frente a España y Turquía, que dieron al traste con el sueño de superar la fase de grupos.
Ha sido un desenlace doloroso ya que se trata del torneo preferido del equipo, donde ha logrado una plata y un bronce desde la escisión de Checoslovaquia en 1993.
"No se abandona fácilmente el equipo nacional, pero tengo delante otros desafíos", comentó el primer preparador, que se lleva a Rusia a su asistente Dusan Fitzel.
Vrba quiso también agradecer a los hinchas el apoyo mostrado durante la Eurocopa.
"Nunca olvidaré cómo estuvieron detrás de nosotros precisamente en el campeonato de Europa", señaló.
El presidente de la Federación, Miroslav Pelta, señaló que la trayectoriade Vrba con el equipo ha sido exitosa, "aún a pesar de que la misión acabó en la fase de grupos".
Pelta hubiera preferido que Vrba y sus asistentes hubieran liderado al combinado en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia, cuyo primer partido será el 4 de septiembre frente a Irlanda del Norte.
