Dragones y mazmorras
Bale tiene cita con la historia esta noche (21:00 uefa.com) en una ciudad blindada. Partido de alto riesgo, con 1.100 policías y 850 militares.
Gareth Bale era uno de los 73.026 galeses que el 20 de noviembre de 2003 abarrotaron el estadio Milenio en Cardiff. Tenía 14 años y acudió al estadio con su padre para animar a la selección que lideraba Ryan Giggs. Gales y Rusia se enfrentaban en el partido de vuelta de la repesca para la Eurocopa de 2004 tras empatar a cero en Moscú. Pero un gol de Vadim Evseev hizo añicos el sueño de Bale y de todo un país. 13 años después, aquel adolescente es el alma y guía de un equipo que esta noche tiene una cita con la historia en Toulouse, y de nuevo contra Rusia (sigue el partido en directo con AS.com).
Gales se clasificará seguro si gana y también podría hacerlo incluso si empata. A Rusia sólo le vale sumar los tres puntos y por cuantos más goles, mejor. De lo contrario los de Leonid Slutsky regresarían a casa con las orejas gachas y a las primeras de cambio como hicieran en Brasil 14, lo que se vería como otro palo al orgullo patrio a dos años de su Mundial.
Bale es el fuego de ‘Los Dragones’ y la obsesión de Slutsky. No descarta un marcaje al hombre para frenar el libertinaje posicional que tiene el madridista en su selección y un mandamiento ha dado a los suyos: no cometer faltas en zonas en las que Bale pueda sacar su cañón a pasear como hiciera ante Eslovaquia e Inglaterra.
Como no podía ser de otra manera, el partido se ha calificado de alto riesgo. Los radicales rusos desembarcan en Toulouse tras su paso bélico por Marsella y Lille. 1.100 policías y 850 militares blindan una ciudad en la que desde ayer se instauró la Ley Seca, que incluye el cierre de cualquier recinto de ocio a la medianoche y la prohibición de instalar terrazas, además de la venta de alcohol.