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ESPANYOL

Los hombres de Sánchez Flores

Giráldez era del equipo de Valdano y descubrió a Neymar. Antonio Díaz y Óscar García, analista y preparador físico.

Barcelona
Alberto Giráldez.
HELIOS DE LA RUBIA

Quique Sánchez Flores, como cada entrenador, es la cabeza visible de un grupo de apasionados del fútbol que trabajan al unísono. El entrenador madrileño cuenta con la ayuda de tres personas de su confianza, cada una de ellas de vital importancia y con un rol muy marcado, enriquecedor entorno para estar al día de cualquier innovación y poder mejorar el rendimiento. Cuatro piezas para un mismo puzzle. El hombre de confianza de Quique es Alberto Giráldez, quien le hace las veces de analista, preparado físico y responsable de la estrategia, aunque en el Espanyol será literalmente su mano derecha.

Giráldez es un gurú de este deporte, al tener una gran capacidad comunicativa y curtido en mil batallas, como las que vivió con Jorge Valdano en el Real Madrid en los 90. También estuvo en otros equipos, como Tenerife, Getafe o Watford, así como ligado a la cantera blanca durante dos periodos, donde vivió momentos clave. Él se encargó, por ejemplo, de decirle al Real Madrid que tenía que fichar a Neymar cuando este era un crío de apenas 12 años. “Le hicimos la ficha y se empadronó en Madrid, pero sus abuelos tenían que quedarse en Brasil y al final el club dijo que era una opción de riesgo pagarles el alojamiento. Nosotros insistimos, pero no hubo manera”, relata el técnico en una entrevista en Canal 7 de Perú, donde también estuvo ejerciendo en las inferiores de Sporting Cristal. Y desgrana su filosofía. “El talento no se mide en centímetros… Neymar jugaba como hoy, encaraba y se iba de todos hasta que la perdía… Los grandes jugadores no se la dan nunca a un compañero hasta que tienen 18 años”, proclamó.

Criado en Barcelona, Giráldez era un asiduo al Camp Nou y Sarrià en los 70: cada fin de semana iba a uno de estos campos. Lo suyo no era una pasión por unos colores, sino por este deporte. “Me gustan los jugadores pequeños y listos. Son capaces de jugar bien sin tener la gracia de la naturaleza. Mata, por ejemplo, me parece un grandísimo jugador, un chico muy profesional, serio, buena persona, universitario. También Borja Valero entra en el perfil de jugador que conozco del Real Madrid y que me apasiona”, desgrana en esa entrevista de 2015, en la que destaca que fue despedido del Madrid por, principalmente, hacer el siguiente comentario en una ponencia curiosamente organizada por el Espanyol. Cosas del destino. “Los equipos a veces deben mirar más dentro que afuera”. Un mensaje a la línea de flotación del Madrid.

Según los que le conocen, Giráldez no acostumbra a hacer entrenamientos prolongados, sino más bien cortos e intensos. El preparador también habló de los métodos de Quique y de otros técnicos con los que ha trabajado. “En la metodología de Quique es muy importante el entrenamiento. Él esta muy preocupado por entrenar bien y se encierra a veces en sí mismo. Pero luego hay otros técnicos, que por la mañana me decían: ‘Oye ¿hoy qué toca?”, declaró en una ponencia que impartió hace poco.

Si Giráldez es un cerebro, Antonio Díaz, de 46 años, será el analista de los rivales y otro ayudante de confianza. Este técnico cuenta con una amplia experiencia formativa, pues ha estado ligado a la cantera del Moratalaz, donde ha desarrollado una perspectiva metodológica para que los jugadores entiendan los conceptos del juego y puedan llevarlos a la práctica.

Y, el último, no será José Luis Gallardo, conocido como Cote, informático que acompañó a Quique en Watford y en otros proyectos. El técnico cambia la figura y se lleva a Óscar García, que hará las veces de preparadpr físico. Antes, había desarrollado estas funciones en el Getafe, junto a Bernd Schuster o Michael Laudrup, etapas europeas. También ejerció en el Spartak de Moscú. Mañana estarán con Quique. Son sus hombres, igual de importantes.