Ucrania, entre la Eurocopa y un conflicto político interno
Fomenko tratará de que las diferencias políticas no afecten a un grupo divido entre el Dinamo de Kiev y el Shaktar Donetsk
Mykhalo Fomenko sabe perfectamente lo que es lidiar con situaciones complicadas. El seleccionador de Ucrania fue 24 veces internacional por la Unión Soviética entre 1972 y 1976 y como jugador fue pieza clave del Dinamo de Kiev que en la década de los 70 que ganó tres Ligas soviéticas en un tiempo en el que vencer a un conjunto ruso desde Ucrania no era nada fácil. Ahora, como seleccionador de una Ucrania que vive tiempos difíciles, Fomenko debe de extremar sus dotes diplomáticas para mantener el equilibrio en una selección que se nutre mayoritariamente de los jugadores del Shaktar Donetsk y el Dinamo de Kiev, dos equipos que más allá de su rivalidad deportiva, mantienen grandes diferencias políticas por lo que representan.
El Shaktar es el club emblema de la Ucrania prorusa. Donetsk es hoy el epicentro de un conflicto desatado después de que Crimea votara seguir siendo parte de Rusia y fuerzas rusas entraran en la región del Donbas. Desde ese día las relaciones entre Rusia y Ucrania entraron en lo que parece ser un callejón sin salida.
Por su parte, el Dinamo de Kiev es el equipo que representa desde siempre la Ucrania que quería independizarse de la Unión Soviética y el que ha mantenido la llama del nacionalismo ucranio a lo largo de la azarosa historia del país. De un tiempo a esta parte, los enfrentamientos entre ambos equipos han sido más que partidos de fútbol. Sin ir más lejos, en el último enfrentamiento entre ambos se produjo una tángana entre los jugadores que acabó con las estrellas de ambos equipos, Yarmolenko del Dinamo y Stepanenko del Shaktar, a golpes. El del Shaktar aseguró que la relación entre ambos había acabado y el país temió por la convivencia de un grupo en el que conviven siete jugadores del Shaktar y cinco del Dinamo de Kiev.
Ante Alemania es el primer paso para ver si la mano izquierda de Fomenko, que ha trabajado aislado de todo el ruido posible en su base de Aix-en-Provence ha dado resultado y el fútbol puede superar el conflicto político que sacude a Ucrania.