"Buscamos un perfil de jugador valiente y con personalidad"

Narciso Juliá ha explicado esta mañana en rueda de prensa el proyecto deportivo de la próxima temporada, una comparecencia que ha venido precedida por una larga introducción del propio director deportivo del Real Zaragoza:

“El presidente situó de manera acertada cuál es la situación real del club y esa situación real en lo económico y en lo organizativo de alguna manera condiciona las decisiones de futuro en lo deportivo. Dicho esto, yo quiero mirar hoy hacia delante. La primera reflexión que estamos haciendo es sobre la contratación del entrenador. Llevamos ya unos días evaluando el entrenador idóneo para encabezar esta nueva temporada y esperemos que de la manera más rápida podamos comunicar su nombre.

Lógicamente, también estamos haciendo una evaluación de la plantilla de lo que ha sido la temporada y de lo que queremos que sea la siguiente. Eso tiene relación también con jugadores de la plantilla que tienen contrato en vigor o con algunos jugadores que acaban contrato y puede ser interesante su renovación. El mal recuerdo de Palamós puede ser un punto de inflexión que ayude en una decisión, pero las decisiones que se vayan a tomar de cara a la temporada que viene tienen que ver no sólo con ese punto de inflexión, sino con todo un proceso de evaluación de la plantilla de esta temporada.

Creo que es muy importante que aun sabiendo las dificultades económicas que tiene la entidad, nosotros tenemos que pelear para recuperar la credibilidad de la afición. Y eso va a tener que ver mucho con el perfil de jugador que queramos incorporar. Éste es un club con un músculo social extraordinario y ésa es la fuerza que debemos intentar recuperar. Yo comprendo que la gente esté ahora alicaída, cabreada, decepcionada y todos los adjetivos que queráis poner. Comprendería que en el primer partido de la temporada vinieran 8.000 personas a La Romareda y que además nos pitaran porque posiblemente nos lo hemos merecido. Lo único que puedo garantizar es que intentaremos traer jugadores, con todos los condicionantes que pueda haber, que tengan la capacidad de salir al campo y dejarse la piel por este club y por este equipo. Y que tengan la personalidad suficiente para salir a ganar cada partido que disputemos.

Creo que ya ha pedido perdón todo el mundo y yo me añado a eso. Soy el primero, por mis años aquí, al que se le encogió el estómago, el corazón y todo mi cuerpo, pero debemos mirar hacia delante y lo único que podemos hacer es intentar garantizar que la temporada que viene poco a poco podamos ir recuperando el respeto de nuestros aficionados. A partir de aquí el proyecto continúa empezando con muchas novedades, con un nuevo entrenador y posiblemente con bastantes jugadores nuevos”.

—Ha señalado que habrá bastantes jugadores nuevos, pero para ello habrá que dejar salir antes de entrar. ¿Tiene ya una cifra clara de los futbolistas que no quieren de cara a la próxima temporada?

—Claro que la tenemos, pero es el momento de hablar de grandes trazos y no de pequeños trazos o nombres concretos. Para cualquier situación de salida de un jugador hay que hacerla de la manera más discreta posible para no devaluar al propio jugador. Lo que es una realidad, y no voy a huir de eso, es que a algunos jugadores les propondremos la no continuidad por rendimiento deportivo y porque hay que regenerar algo que no ha funcionado y para ello hay que traer jugadores nuevos. Pero eso hay que hacerlo con tranquilidad. El calendario va a ir marcando un poco el ritmo. Hoy no hablaré de nombres de posibles candidatos a entrenadores, ni de nombres de jugadores que tengan que salir, ni de nombres de jugadores que puedan llegar.

—¿Qué perfil de entrenador se busca?

—Nosotros manejamos una lista de entrenadores y de esa lista hemos hecho una primera selección y de esa primera selección vamos a afrontar los contactos. Muchas veces te puedes encontrar con un entrenador que te encaja en todo, pero que puede tener ofertas mejores que las tuyas, tanto en lo económico como en lo deportivo. El proceso con los jugadores va a ser el mismo, lo que no quita que intentemos ir a por el entrenador que creamos que nos encaja mejor, un entrenador que también reúna las cualidades que les vamos a pedir a los jugadores en cuanto a compromiso, capacidad, saber a dónde viene. Éste es un club muy grande y potente que requiere cierta personalidad para la gestión no solamente del vestuario, sino del propio día a día de todo el entorno. Y también debe conocer la categoría, alguien que tenga experiencia en eso y nos ayude a conformar un grupo competitivo.

—¿Se han planteado ya cuál será el número de fichas de la plantilla para la próxima temporada?

—El número dependerá de que el entrenador venga y comparta, pero también de la gestión del recurso económico que tengas en la plantilla con el número de fichas. A lo mejor prefieres un número más reducido de fichas para tener más dinero para hacer una plantilla más competitiva. Eso lo vamos a ir gestionando poco a poco durante ese proceso de negociaciones.

—¿Corre prisa la contratación del nuevo entrenador? ¿Se han marcado alguna fecha para su contratación y el fichaje de jugadores?

—Corre prisa, pero tampoco es que digas que si no lo tienes en cuatro días va a ser un desastre. Ya hemos hecho gestiones al respecto y estamos trabajando bien en ello, por lo que yo confío en que a lo largo de los próximos días todo vaya evolucionando. Corre prisa desde el punto de vista de que hay que comenzar a tomar decisiones y a mí me gustaría contar con la opinión del entrenador a pesar de que yo tengo las ideas claras al respecto de los jugadores que tenemos aquí. Evidentemente, conozco mucho mejor yo a nuestros jugadores que el nuevo entrenador. Por tanto, la valoración de la actual plantilla va a ser más mía, aunque seguro que él va a tener que decir. En relación a los jugadores que puedan venir, hay que tener en cuenta que habrá que tener mucha paciencia porque la propia limitación va a hacer que el acceso a determinado jugador no sea un acceso inmediato y directo, sino que tendremos que esperar a la evaluación del mercado para poder acceder a un jugador que si yo fuera mañana, económicamente no podría ofrecerle un contrato al que podría esperar, pero que a lo mejor a finales de julio o principios de agosto lo ve de otra manera. Por tanto, va a haber una parte inicial de incorporación de jugadores que creo que podremos hacer independientemente del mercado y otra parte que como estrategia tendremos que esperar un poco al final, como tendrán que hacer muchos equipos.

—Hay jugadores bastante marcados por la afición. ¿Eso se va a tener en cuenta a la hora de decidir las salidas?

—Comprendo la indignación de la afición, que muchas veces se obceca con algunos jugadores. Yo no me puedo dejar arrastrar por la subjetividad de un partido. Yo tengo que valorar un rendimiento un poco más amplio en el tiempo. Lo que sí que tengo claro es que en mi valoración del rendimiento de la plantilla ha habido un momento de la temporada en el que han faltado cosas. Creo que ha habido un punto de inflexión, que es el partido contra el Numancia, en el que antes de jugar ese encuentro había esa sensación de que incluso el ascenso directo era posible y tras el cual algo pasó. Ese algo pasó debo saber interpretarlo. Evidentemente, nos ha faltado algo que tanto Albert Valentín como yo tenemos claro. Ese algo imprescindible y necesario, hay jugadores que no lo han tenido. Por tanto, la decisión va a estar relacionada con algo más objetivo que el calentón de la afición hacia un jugador, aunque posiblemente incluso pueda coincidir, pero yo creo que estamos obligados a hacer reflexiones profesionales orientadas en la capacidad que nosotros podamos entender en un jugador.

—¿Se va a contar con jugadores aragoneses en el nuevo proyecto?

—Vamos a intentar contar con un perfil determinado de jugador que ya he dicho antes, un jugador que reúna eso que quizás nos ha faltado: personalidad, compromiso, ganas de saltar al campo y dejarse la piel por esta camiseta… Son cosas que pueden parecer tópicas, pero son importantes. Si ese jugador es aragonés, mejor, pero lo que yo quiero es un compromiso primero con el fútbol y segundo con este club y con la dificultad que tiene este club en cuanto a afrontar estos retos. El perfil de los jugadores que puedan venir, al margen de las disponibilidades económicas que tengamos, debe ser así, gente que no se asuste, que sea valiente y que cuando yo salga a ver los entrenamientos aquí vea que se están dejando todo. Es la única manera de recuperar la confianza de la gente.

—El partido contra el Llagostera posiblemente sea la mayor deshonra que ha vivido el club en sus 84 años de historia. Tras analizarlo, ¿a qué cree que debió?

—Yo no tengo explicación. Le he dado muchas vueltas. Yo estaba viendo el partido y pensaba que estaba viviendo una pesadilla; lo jodido es que estaba despierto. No tengo ni idea de lo que pasó. Quizás se debería preguntar a los jugadores que estuvieron en el campo. Hay algo que uno ya detectó un poco antes que igual nos faltó. Soy muy sincero y transparente y acepto todas las críticas, pero la sensación que yo tenía hasta el día del Numancia era que el equipo estaba vivo e incluso la corriente era de que el ascenso directo aún era posible. No me digas cómo y por qué, aquel partido lo vas ganando 0-2 con una buena primera parte, al final empatas y algo pasa en la cabeza de los jugadores. Este último tramo de la temporada en el que pasamos del igual podemos al qué ha pasado, a toda la dirección deportiva nos tiene que hacer pensar qué ocurrió y qué debemos hacer para que no vuelva a ocurrir.

—¿Cabe pensar si alguien ha podido jugar sucio?

—Teníamos ocho jugadores sobre el campo que a la temporada que viene tienen contrato en vigor, lo que suponía que si subíamos a Primera División tenían el doble de contrato. Si eso no es suficiente para salir a jugar un partido y dejártelo todo, aunque sólo sea por un interés contractual y económico, ya me explicarás. Pongámonos en el caso de jugadores que no tenían contrato en vigor porque no le habíamos ofrecido la renovación o porque aún no habíamos llegado a un acuerdo. Joder, yo estoy en el campo intentando subir a Primera División y jugar un playoff porque me estoy ofreciendo al resto. Lo cojas por donde lo cojas, esa explicación me parece increíble. No la podría entender y me parece que por ese lado no estuvo la respuesta que dio el equipo.

—Ha dicho que no va a hablar de nombres propios, pero hay dos jugadores como Guitián y Lanzarote a los que se les ha ofrecido la renovación. ¿Hay probabilidades de que se queden?

—Creo que va a ser difícil en uno de ellos. A mí me gustaría que se quedaran porque son dos jugadores con los que de alguna manera ya habíamos iniciado ese proceso de negociación. Ya veremos, va a depender no solamente de nosotros, sino de ellos.

—¿El más complicado es Lanzarote?

—Posiblemente.

—¿Siente que tiene más responsabilidad que cuando llegó por recuperar esa credibilidad de la afición?

—No tengo miedo. Tengo responsabilidad, pero la tendría igualmente aunque hubiéramos ascendido a Primera División. Es un reto difícil y complicado y ya lo sabía cuando vine aquí. No es ninguna sorpresa. Cuando vine había dos posibilidades: ascender o no ascender, una posibilidad que supondría afrontar la siguiente temporada con una dificultad económica importante. A pesar de ello, acepté el reto y yo no tenía ninguna varita mágica para decir que íbamos a ascender. Es un reto difícil y yo no quiero que salga bien por mí, yo quiero que salga bien por el Real Zaragoza. Es mi prioridad. Si no sale bien y me tengo que ir, me iré, pero con la conciencia tranquila de haber hecho todo lo posible para que salga bien.

—¿El ascenso será una ilusión o el único objetivo con el que se inicie la temporada?

—El ascenso tiene que ser una ilusión para todos sabiendo que tenemos unos condicionantes económicos. Yo no quiero hablar de obligaciones. En este club la ilusión por el ascenso está en el ambiente, pero a mí me gusta hablar desde el realismo y de generar un ambiente en el que la gente se enganche con un grupo de jugadores y que se enganche en el día a día. Uno no puede vender humo, pero tampoco puede eludir que la ilusión de la gente del Real Zaragoza, y me incluyo, es volver a Primera División.

—¿Se ha planteado si hay que ir al perfil de los equipos que han ascendido en las últimas temporadas, como es el que caso del Éibar, el Alavés o el Leganés?

—Vamos a tener en cuenta todo y hay que hacer un reset en algunas cosas. Hay que hacer un equipo competitivo para la categoría y a lo mejor hay que matizar algunas cosas de las que veníamos diciendo sin renunciar a lo que en un futuro queremos, pero hay que hacer una adaptación a la categoría. Quiero comentar un matiz, ya que la presión de este club no es la misma que la del Éibar cuando subió o la del Leganés e incluso la del Alavés. Hay que saber jugar con lo que representamos y con lo que somos. No digo que sea más fácil subir con el Leganés que con el Zaragoza, pero cuando no hay esa presión, los elementos que condicionan el tema emocional en un jugador, en un entrenador o en un entorno hacen que sea más fácil afrontar el día a día del partido. Posiblemente hay equipos que puedan ascender sin tener el presupuesto mayor y ése tiene que ser nuestro reto: optimizar con gestión, trabajo y estructura los recursos que tengamos para conseguir el mejor equipo posible, pero también es bueno que todos entendamos que si realmente queremos ser como el Leganés, también nos tenemos que comportar como el Leganés desde el punto de vista de aceptación de una realidad, sabiendo que nuestra realidad es diferente. Lo que no se puede jugar es a las dos cosas. El Leganés no ha tenido la presión que hemos tenido nosotros en cada momento y que volveremos a tener. Es inevitable. Lo que debemos intentar es tener un grupo de jugadores que sepan gestionar lo que este club es y lo que representa para salir a competir cada domingo.

—¿Tiene miedo de que a la hora de fichar ya se vea desde fuera al Real Zaragoza como un equipo de Segunda?

—Yo no tengo esa percepción. La gente se ilusiona cuando le llama el Real Zaragoza. Creo que seguimos teniendo ese plus y quiero pensar que el Real Zaragoza sigue siendo un equipo reconocido y al que mucha gente quiere venir. Seguro. Habrá cosas que por más que quieras no podrán ser, pero yo creo que sigue siendo un club atractivo. El ascenso va a ser algo que va a estar en nuestras cabezas porque es necesario para la viabilidad del club. Eso es algo que va a estar ahí, sean uno, dos o tres años. Yo estoy convencido de que el Real Zaragoza va a conseguir volver a donde tiene que estar, pero dentro hay un camino difícil y tenemos que pelear.

—¿Qué peso específico va a tener la cantera en el nuevo proyecto?

—Es una situación complicada. Nosotros analizaremos dentro de la confección de la plantilla a todo jugador que en estos momentos forme parte del club y que podamos entender que pueda tener cabida, pero no es un momento fácil. Yo quitaría esa responsabilidad de la cantera en estos momentos. Creo que a la cantera hay que darle un tiempo, creo que habrá jugadores preparados en el futuro, ahora no lo creo tanto y ese proyecto de cantera necesita un poco más de tiempo para dar sus frutos.

—El presidente Chrisitan Lapetra ya anunció que el club necesita vender jugadores. ¿Qué papel tendrá en esas decisiones el nuevo entrenador?

—En ese sentido le explicaremos cuál es la situación real económica y para poder hacer toda esta reestructuración de plantilla va a haber que vender algún jugador. Tampoco tenemos tantos jugadores para vender, pero para que pueda haber entradas y hacer un equipo más o menos equilibrado, posiblemente tengamos que poner en el mercado a algún jugador que sea vendible. El peso del entrenador en esta decisión va a ser informativa porque si no haces una cosa quizás no puedas hacer la siguiente.

—¿Son Rico y Cabrera los jugadores que pueden salir mediante traspaso?

—Puede ser.

—Hay una caso especial en la plantilla como el de Vallejo, que es canterano pero pertenece al Real Madrid. ¿Se va a intentar que permanezca en el Real Zaragoza una temporada más?

—No he hecho ninguna gestión, pero voy a hacerla. Tengo la sensación de que es un jugador que el Madrid al final terminará poniendo en el mercado en alguna operación o en alguna cesión en algún equipo de Primera. Pertenece al Madrid y el Madrid deberá decidir, pero voy a hacer una llamada personal al chico para interesarme por su situación y que de si alguna manera no le saliera ninguna propuesta en Primera, que nos escuchara porque nosotros estaríamos encantados de que pudiera continuar porque considero que podría ser un jugador importante para la temporada que viene.

—¿Cómo está la situación de Sergio Gil?

—Desde que lo expliqué no ha habido ningún movimiento. Se le va a convocar para el primer entrenamiento de la pretemporada y ese día sabremos cuál es la voluntad de Sergio Gil. Si no se incorpora porque ha decidido que no quiere continuar aquí, ejerceremos nuestros derechos desde el primer minuto después de su decisión.

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