El Alavés ya es de Primera
Diez años después, el conjunto vitoriano regresa a la Liga BBVA. Los goles de Manu García y Raúl García resolvieron el partido en Mendizorroza.
José Bordalás y sus muchachos hicieron historia al vencer por dos a cero al Numancia y confirmar el ascenso a Primera diez años después. Ascendieron en 2005 y cayeron al año siguiente. Y mientras tanto, dura travesía por el desierto. El equipo albiazul celebró el ascenso con cerca de 20.000 personas que llenaron Mendizorroza. Vuelta de honor, cánticos, bengalas y fuegos artificiales.
Josean Querejeta cogió el club en Segunda B hace un lustro y junto al director deportivo, Javier Zubillaga, subió a la Liga Adelante en primera instancia y ahora a la máxima categoría. Mendi era casi un solar y ahora bulle de gente. El club estaba inmerso en una ley concursal y la próxima temporada va a cobrar 40 millones sólo de derechos televisivos. El presupuesto rondará los 50. Lo principal es definir el proyecto y saber si Zubillaga y Bordalás continúan.
Los García, Manu y Raúl, liquidaron las opciones de un conjunto castellano que dio la cara en todo momento. Munir, por ejemplo, fue el protagonista con varios paradones. Los vitorianos afrontaron el partido contra el Numancia con las ausencias de Laguardia y Dani Pacheco por sanción. Aritz Borda entró en la zaga y Abalo, en la mediapunta. El Alavés comenzó más vertical y en el minuto 18 Toquero envió un balón al palo. Fue en el 23 cuando marcó Manu García y en el 40 cuando Raúl remató la faena. En la segunda parte el Numancia apretó con las faltas y córners botados por Iñigo Pérez y Del Pino.
Jagoba Arrasate metió dinamita con Dalmau, Mateu y Aquino, pero estaba escrito que los vitorianos no iban a especular con resultados de otros campos (el Nàstic ganaba fácil en Lugo y el Leganés cumplía en casa). El partido fue languideciendo poco a poco y a las 21:50 horas se rubricó el nuevo ascenso. Toda la capital alavesa estalló.
Tras la victoria se celebró una fiesta en el mismo estadio. Hubo regalos de camisetas, piscinazos en las dos porterías y presentación por megafonía uno a uno de todos los jugadores. Una vez superada la locura de la fiesta, todos se marcharon a cenar al museo del equipo, sito en las bajeras del estadio.
José Bordalás lo ha logrado. El Simeone de Segunda ha soportado muchas críticas por el juego feo pero en Segunda lo principal es ser práctico; ya tiene el primer ascenso de su carrera deportiva. Los números avalan al entrenador alicantino que en su carrera al
frente de los banquillos cuenta con 43,4% de victorias y un 26,2% de empates.
