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FINAL DE LA CHAMPIONS

"Esta final de Milán le da potencia a la Marca España"

Carlos Espinosa de los Monteros es el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España. Madrileño, de 72 años, estará en San Siro. Comentó sus impresiones en AS.

Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España.
FELIPE SEVILLANODIARIO AS

Carlos Espinosa de los Monteros es el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España. Madrileño, de 72 años, estará en San Siro. “No hay mayor evento hoy en el mundo. Cientos de millones de ciudadanos de los cinco continentes mirarán la tele y verán a dos equipos españoles”.

—¿Qué significa para la Marca España esta final?

—La Marca España tiene muchos ingredientes que son los que construyen la imagen del país fuera, y uno muy importante es el deporte, y dentro del deporte, el fútbol. De hecho, en muchas zonas del mundo lo que más se conoce de España es el fútbol. Acabo de llegar de Panamá y allí me decían que se parará la ciudad y que todo el mundo estará pendiente de este partido. Esta final da potencia a la Marca España.

—La final de la Champions será el evento más visto hoy en todo el mundo…

—Serán cientos de millones de ciudadanos y de los cinco continentes los que verán jugar a dos equipos españoles. Es una oportunidad extraordinaria que la jueguen dos equipos de un mismo país y de una misma ciudad. Es un respaldo a la notoriedad y a la reputación del país.

—El mundo mirará a Milán pero estará envidiando a Madrid.

—¿Milán? Casi nadie se enterará dónde es el partido, eso no tendrá gran repercusión. Milán se beneficia de que van 50.000 españoles allí, pero lo que todo el mundo verá en la pantalla será a dos equipos españoles y se estará hablando de eso durante días. 

—El fútbol le da mucho a España...

—Supone mucha notoriedad y mucha reputación. En los últimos 17 años se han jugado 51 campeonatos de primer orden (Champions, Europa League y Supercopa) y España ha ganado 26 de esos 51, hemos ganado más de la mitad, y el siguiente país que más ha ganado es Inglaterra, con siete. Esa superioridad es un motivo de orgullo….

—Y eso, ¿como se traduce para la Marca España, en patrocinio, en dinero, en valor...?

—Tiene muchas vertientes. Primero supone una admiración del país, y eso se traduce en que el sueño de muchos aficionados del mundo es venir a España a ver el Bernabéu, o a ver el Camp Nou, y de hecho vienen. Supone que los profesionales del fútbol español encuentren oportunidades de trabajo. Hoy hay más de 50 o 60 entrenadores españoles en los sitios más remotos del mundo entrenando a equipos de Primera. Los chinos, cuando tomaron la decisión política de dinamizar su fútbol, se dijeron ¿quiénes son los campeones del mundo? España, pues vamos a traer entrenadores españoles, y se fue Camacho, Manzano… y además vamos a coger a nuestros jóvenes chinos y vamos a mandarlos a España, y vinieron al Atlético, al Villarreal, al Valencia… Supone también que cuando se piensa en invertir en clubes de fútbol pues se invierte en equipos españoles, como está pasando. Tiene unas repercusiones muy grandes y todas son positivas, no tiene ninguna contraindicación. Se genera riqueza para el país y para los españoles, y todo eso es lo que es la Marca España al final. La Marca España es el conjunto de ideas y percepciones que te vienen a la cabeza cuando dices el nombre de un país.

—¿Aporta más la Selección como marca que los clubes?

—La Selección ha aportado mucho en esos seis años en los que se ganó dos Eurocopas y un Mundial, fue una época en la que resultábamos intratables como país. Ahora tenemos que remontar un poco porque, realmente, el éxito, los triunfos, son los que justifican la reputación, y si no hay triunfos, se baja.

—Los éxitos del deporte español influyen en las relaciones internacionales de un país…

—Sí, sí. Es muy grato ir por ahí y que, al comenzar una conversación entre dos países, lo primero que escuches sean palabras de admiración del presidente de Kazajistán o de la señora Merkel, por ejemplo. Eso es muy agradable y facilita mucho el contacto. Yo he visto como Jefes de Estado decir que lo que de verdad agradecerían y les hubiera gustado recibir era una camiseta de la Selección o del Real Madrid con la firma de los jugadores. Eso facilita el entendimiento y la comunicación entre los políticos de España con los de otros países.

—Ahora se acerca la Eurocopa y de inmediato vendrán los Juegos  Olímpicos. ¿Qué potencia más la Marca España?

—Muchísimo más el fútbol. Mucho más. Los Juegos Olímpicos sí es verdad que tienen un ‘efecto sede’ muy importante. Pusieron en el mapa en su momento a Múnich, que era una ciudad alemana poco considerada y supuso relanzarla como una ciudad tecnológicamente avanzada, atrayendo a inversores. Supuso para Barcelona un renombre internacional que Barcelona no tenía hasta los Juegos Olímpicos. Con Pekín lo mismo y también con Moscú en su día. Para las ciudades sí son importantes los Juegos Olímpicos, pero como hay como tantas disciplinas y tanta variedad pues no sale una imagen de país especialmente fuerte. En cambio, en la Copa del Mundo del fútbol hay identificación absoluta con el país que gana o tiene una actuación destacada.

—¿Qué pudo significar el triunfo del Sevilla en la Europa League?

—Sin que se ofendan los sevillistas, la Europa League no tiene el 30 ó 40 por ciento de la importancia de la Champions. Es un campeonato que lo juegan los segundones y los eliminados de la Champions de la fase de grupos. Es el segundo torneo más importante de Europa, pero está muy lejos del primero.

—¿El Barça vende Marca España?

—A pesar que algunos directivos del Barça no quieran, sí. El Barça es percibido como un equipo español en todo el mundo, y por tanto, todas las victorias del Barça se ponen en el casillero de España. Además, los jugadores del Barça juegan en la Selección, y quedan identificados con España. 

—¿Los pitos en la final de la Copa del Rey tuvieron una repercusión negativa para la Marca España?

—No, porque eso no sale de España. La Marca España es la percepción que los extranjeros tienen de nuestro país, y de eso no se enteran. Afortunadamente, porque fue una vergüenza. De hecho, yo sólo lo vi reflejado en un periódico, en L’Equipe.

—La mancha del deporte español es el dopaje, supongo...

—Sí. Ahí hemos tenido una política un poco vacilante en el pasado. No se suscribieron a tiempo convenciones y acuerdos internacionales. Los juzgados tampoco han resuelto la Operación Puerto en forma y tiempo. Ahí hay algunas manchas que afean a España en temas deportivos, pero son las únicas.

—¿Cuál es el producto estrella de la Marca España: el jamón, el flamenco, los toros, el fútbol, El Prado, la Alhambra…?

—Una de las cosas buenas que tiene España es su diversidad. Así como hay países que sólo tienen una cosa, por ejemplo Noruega, que tiene el salmón nada más ¿no?, pues nosotros tenemos gastronomía, moda, cultura, patrimonio, deporte, industria…. No se puede asociar solamente a uno. La Marca España es la suma de todos esos atributos que son variados y que hacen que España sea un país atractivo por su complejidad.

—Usted practicó 14 deportes y jugó de delantero y de portero. Eso es polivalencia….

—Era bueno pero sin alcanzar el profesionalismo, ¡eh! Eran días donde un día fallaba el portero y otro, el delantero llegaba a las nueve de la mañana en malas condiciones… Tenía que ser versátil.

—Para la final, ¿va con algún equipo en concreto?

—Voy con mis cuatro hijos. Asistiré al campo con ellos.

—Lo intentaré por otro lado. ¿Quiénes eran sus ídolos cuando era niño?

—Siempre fui un gran admirador de Di Stéfano, de Puskas, luego más tarde de Zidane… Se me va viendo el color ¿no?