NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CAFÉ. COPA Y FÚTBOL

Loriga y Abellán: “La final huele a pelea, sangre, gran dificultad. Es un Victorino encerrado”

Dos maestros en escena. El escritor madridista y el torero atlético. Ray Loriga y Miguel Abellán en un diálogo sereno, agudo e intenso.

Loriga y Abellán: “La final huele a pelea, sangre, gran dificultad. Es un Victorino encerrado”
Pepe Andrés
AStv

¿Qué sensación tiene un madridista ante la final?

—Ray Loriga: Me huele a pelea, a sangre, a gran dificultad. El Atleti es un equipo mejor de lo que era en la última final y lo único que espero y deseo es que no haya ninguna decisión que tome el árbitro por encima del juego. A partir de ahí que gane el mejor.

—¿Y un atlético cómo llega?

—Miguel Abellán: A mí me da la sensación de tener un Victorino encerrado. Creo que va a ser el partido más difícil de estos últimos años, posiblemente también el más bonito. Coincido con Ray en que no haya ninguna decisión que enturbie el resultado final. Espero y deseo que sea el Atleti el vencedor, pero que sea el justo vencedor sin situaciones indefinidas. El Atleti llega en el mejor momento, con errores aprendidos y enfrenta el partido con unión y confianza, pero las finales son una lotería y una jugada aislada puede definir el partido. El espectáculo está garantizado, son los mejores equipos de Europa y ahora queda decidir cuál es el mejor de los dos.

—¿Cómo visualiza el planteamiento de Zidane?

—R.L: Creo que, como dicen los músicos, se va a tocar de oído: habrá un plan A, otro B y otro C, no creo que haya un solo planteamiento que pueda decidir la final. Son dos equipos muy igualados con mucha calidad en todas la líneas. No creo que sea una partida de ajedrez, sino de jugadores.

—M.A: El Atleti va a jugar rudo como una roca en las líneas de medio y atrás y estará a la expectativa para ver si el Madrid se va a lanzar a por el partido.

—R.L.: Imagino la típica final de Champions donde, como en el boxeo, el primer asalto irá de tanteo. Esa cosa de salir a la inglesa a meter el primer gol no les veo ni a ellos ni a nosotros. Lo veo más midiendo distancias a ver quién tiene el primer golpe y ver por dónde vamos. El Atleti defiende muy duro. Sabéis achicar mejor que nosotros y rentabilizar mejor los goles.

—¿Tiene mejor defensa el Atleti y mejor ataque el Madrid?

—R.L: El Atleti puede resistir un acoso más largo y esperar un contraataque con Griezmann, Torres o incluso Saúl o Carrasco. Tiene la dinámica de defensa mejor estructurada. Al Madrid no le veo aguantando un chaparrón durante veinte minutos y eso que tiene buenos defensas. Pero no es esa su dinámica.

—M.A: La defensa del Madrid es más ofensiva, tiran todos para adelante enseguida.

—¿Cree que puede pesar para el Atlético la final de hace dos años en Lisboa?

—M.A: Psicológicamente debe pesar. En su conciencia y en su corazón tienen que llevar aquella final clavada, pero también es verdad que si el recuerdo puede jugar a la contra, también lo puede hacer a favor, de forma que haya que apretar un poco más los dientes y arrimarse un poco más para, por fin, situar al Atlético en un puesto de privilegio en Europa. Es un partido en el que puede pasar cualquier cosa y no puedes ir con la faena predeterminada. Hay que ver cómo sale el toro y cómo salen los jugadores.

—R.L: Es verdad que lo ocurrido puede pesar pero también ayudar. Por ejemplo los atléticos sabrían ya que con un gol temprano puede ser casi imposible aguantar. Estos partidos está demostrado que hasta el rabo todo es toro y el Atleti no cometerá el error de la otra vez. Eso lo hace más peligroso todavía.

—M.A: Es un partido que no tiene un favorito claro que es el Madrid. Pero a mí lo de ir de tapado también me gusta porque invita a la rebelión y la sorpresa. Al final el que va de favorito tiene casi más presión y eso lo tiene que aprovechar el Atlético. No me gusta apelar a la justicia, pero si algo hay de ella, esta vez tiene que caer del lado del Atleti.

—R.L: Es verdad que su camino ha sido más épico, pero dicho todo esto aquí no hay Heidi ni abuelo, esto es un partido entre dos equipos muy duros y van a jugar a ganar. No hay justicias poéticas. Con la Décima nos tocó a nosotros el carril más duro. Tuvimos que eliminar también a un Bayern impresionante y lo hicimos por goleada.

—M.A: El Atleti está demostrando que un equipo si lo hace bien puede doblegar al mejor. La filosofía del Cholo se aplica a la vida. Ya he dicho que no creo en la justicia, en que nadie te deba nada; al final uno conseguirá lo que se haya currado y por eso creo que el Atlético está haciendo méritos para tener lo que se merece que es una Copa de Europa. Ha hecho los deberes.

—¿Parece que no se querían uno y otro en la final?

—R.L: No puedo hablar por todos los madridistas pero yo no quería al Atleti, seguramente porque les he visto mucho en Liga y son muy peligrosos. Además está el añadido de la final de hace dos años y esa causa histórica de la que tanto se habla: el Atlético es un equipo que merece inscribir su nombre en la historia de la Champions, pero espero que no sea a nuestra costa.

—M.A: Si le preguntas al gran núcleo atlético yo creo que sí querían al Madrid en la final. Por aquello de la venganza. Pero si le preguntas a un sector más, digamos, sensato no lo queríamos precisamente por eso. Porque si pesa a tu favor bien, pero si pesa en tu contra puede ser una losa muy difícil de levantar. Si por ejemplo el partido se pone enseguida a la contra, psicológicamente hay que estar muy preparado para levantar eso. Me hubiera alegrado si no nos hubiera tocado el Madrid.

—R.L: Aparte te da más aprensión un equipo que conoces más. Todos los madridistas sabemos cómo ha llegado el Atleti con un Griezmann formidable o un Fernando Torres es un estado de forma impresionante. El conocernos hace que nos temamos.

—Esta final también tiene su mística por los entrenadores.

—R.L: Son dos tiparracos, dos pedazos de jugadores con estilos opuestos. Pero que nadie se equivoque: Zidane es argelino y marsellés y está bregado en la calle. El Cholo es duro y Zidane también. Son dos leyendas del fútbol.

—M.A: Como dijo Juan Belmonte “se torea como se es”. Bueno, pues se entrena como se es. El Cholo ha infundido al club lo que fue como jugador: pelear hasta el final, la garra, la lucha. Zidane también aporta la serenidad que tenía jugando, esa clase, esa lucidez asombrosa.

—R.L: He oído decir a algunos jugadores del Atleti que da más miedo el Cholo volviendo al vestuario que el contrario. Si no estás a tu nivel te asusta más lo que te pueda decir el míster. El Cholo además está entrenando jugadores virtuosos como Griezmann o Koke. Esa leyenda de que el Atleti va a la brega no hay quien se la crea. Es más sofisticado de lo que parece. Simeone es un entrenador probado. Zidane, él mismo lo ha dicho, acaba de llegar. Aporta cierta dosis de equilibrio, respeto y cariño deportivo en este club histérico. Si eso funciona nos vendrá muy bien. En el Madrid siempre parece que estás haciendo una película y a mitad de rodaje ya has cambiado a Batman. Es demasiado empresa, demasiado negocio y eso al aficionado antiguo nos desconcierta un poco.

—M.A: Al Madrid tampoco lo puede entrenar cualquiera. Creo que el fútbol del Cholo no encajaría en el Madrid.

—R.L: El Madrid quiere ser una mezcla de equipo campeón y el Bolshoi, pero yo sí creo que tanto el Cholo como el propio Mono Burgos se acabarían adaptando a un equipo como el Madrid.

—¿Cómo se afronta la noche anterior a una final o ante una corrida de Victorino?

—M.A: Es complicado porque en ese momento aparte de la ilusión por ganar también te atenazan los nervios por no fallar, por estar a la altura. La noche antes te invaden más las dudas que la ilusión de abrir la Puerta Grande. Muchas veces se hacen más fuerte las responsabilidades y los miedos que las ilusiones de triunfo.

—R.L: Para un escritor es muy distinto. No nos jugamos la vida aunque sí la gloria y la responsabilidad y por eso al presentar una obra en la que has trabajado tanto tiempo te invade también un miedo enorme al fracaso y al ridículo. Con la primera novela no ocurre porque no has pensado en el fracaso ni en el éxito, pero cuando llevas una carrera estás juzgado por tus propios méritos y necesitas estar a la altura de lo que has conseguido. Todos tenemos miedo y sufrimos antes de una presentación, una final de Champions o un cita con las Ventas.

—¿Milán puede ser beneficioso para el Cholo?

—R.L: La mitad de Milán adora al Cholo y el Atlético juega de local. Pero en un partido de este nivel no beneficia jugar en casa.

—M.A: Va a estar muy repartido por la presencia de las aficiones. De todas formas yo no tengo claro si es mejor jugar una final en casa o no. Yo siempre digo que, por ejemplo, los toreros de Madrid no tenemos patria y al final cuando toreamos aquí parece que somos forasteros por lo mucho que se nos exige. Es posible que todos jueguen mejor estando fuera de casa.

—Jugadores decisivos para la final.

—M.A: Creo que en el Atleti todos. Torres y Griezmann son los misiles, pero veo a Koke capaz de definir el partido en una jugada; como hizo Saúl hace poco; Godín a balón parado. Tiene este equipo muchas variantes.

—R.L: Cristiano Ronaldo por el Madrid. Es una máquina. Ese tipo de jugadores te obligan a tener dos tíos mirándole todo el tiempo. También tienes a Bale que se te puede ir o llegar Marcelo y liarla. Son jugadores muy buenos. Pero luego hay estas cosas de las finales que aparecen héroes donde menos te lo esperas.

—Pase lo que pase en la final ahora los chavales ya sí saben por qué son del Atleti.

—M.A: Hace mucho tiempo que el Atleti ya está en otra dimensión. Pero de todas formas lo que sí es cierto es que ahora hay una corriente en la que lo que mola es ser del Atleti.

—R.L: Ahí estoy de acuerdo contigo. Lo difícil es ser del Madrid. A mí en las entrevistas me dicen muchas veces: “No te pega ser del Madrid”. Y yo les respondo cantando el himno.

—¿Se atreven a dar un pronóstico?

—R.L: Yo por una vieja superstición, no. Nunca me sale bien.

—M.A: Los toreros somos muy atrevidos. Veo un resultado muy ajustado: dos uno a favor del Atleti.

—¿Y con los Victorinos?

—M.A: Ahí no apuesto, claro.