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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 26 DE MAYO

Manchester United-Bayern de Múnich: el minuto del siglo (1999)

Soslkjaer marcó el segundo gol del Manchester United contra el Bayern Munich en la final de Champions.
Soslkjaer marcó el segundo gol del Manchester United contra el Bayern Munich en la final de Champions.Diario AS

Aquella fue una buena Champions, sí. Participaron tres españoles, por cierto: el Madrid, que defendía el título (su séptima copa), el Barça, como campeón de liga, y el Athletic, subcampeón. El Barça, por cierto, celebraba su centenario y no tuvo suerte: le cayeron en la fase de grupo el Bayern y el Manchester United, que serían los finalistas, además del Brondby, y fue tercero, así que quedó fuera. El Athletic pasó bien una ronda previa, pero cayó en la fase de grupo aun jugando un buen fútbol, con la Juve, el Galatasaray y el Rosenborg. El Madrid salvó su grupo, del que fue segundo, con el Inter, el Spartak y el Sturm Graz. Pero luego caería en octavos ante el Dinamo de Kiev, con un gran Shevchenko. Mientras, Bayern y United, que habían compartido grupo con el Barcelona, seguían caminos separados. En cuartos, el Bayern elimina al Kaiserslautern y el United al Inter. En semifinales, los ingleses echan a la Juventus (con Zidane) y los alemanes, al Dinamo de Kiev. Por cierto, en la ida del partido de Manchester, Rafa Guerrero, el polémico linier (véase el día 29 de septiembre), tiene un acierto al señalar fuera de juego en un gol de Sheringham. Díaz Vega le hace caso, lo anula y la televisión mostrará que efectivamente hay fuera de juego.

Aquella hubiera sido la cuarta final consecutiva de la Juve, pero se la amargó un Manchester en el que Beckham era la gran estrella emergente y Giggs estaba en su plenitud. Por parte del otro finalista, el Bayern de Múnich, destacaban el meta Kahn, Matthäus, ya talludito, y sobre todo Effenberg, que era el coloso del equipo. El partido se juega en el Camp Nou, que luce espléndido, con millares de hinchas de los dos equipos. El Manchester sale de rojo y el Bayern de gris, con mangas granates. Una final con tronío y tradición.

El partido lo condiciona el rápido gol del Bayern, que en el minuto 6 marca en un tiro libre por medio de Basler. El tiro no parece ser para tanto, pero coge despistado a Schmeichel, el meta danés de gran prestigio internacional, que juega ese día su último partido con los reds. Así que el Bayern empantana el partido, especula, se echa atrás, juega con el reloj a favor. El Manchester United no encuentra los caminos. Buenos intentos de Giggs, un Beckham muy activo que distribuye desde la derecha y que es una amenaza por su precisión al sacar las faltas y nada más. Avanza el segundo tiempo y todo sigue igual. En el Manchester entran Sheringham (67’) y Solskjaer (81’), jugadores de remate, a ver si cae la breva.

Llega el minuto 90, el árbitro Collina mira el reloj, el cartelón muestra dos minutos de descuento, el banquillo del Bayern se está abrazando, los hinchas del Bayern cantan y cantan, los ingleses callan. Pero en eso estallan: un tiro de Giggs ha sido rechazado por Kahn en corto y Sheringham marca de cerca. Es el 91’, todos pensamos en la prórroga. Se saca de centro, la pierde el Bayern y el Manchester aún cuela otra jugada, que acaba en córner. Sheringham remata el saque de Giggs, rechaza Khan y Solskjaer marca el segundo. ¡Dos-uno! No hay tiempo ni para sacar de centro. En un minuto: «Ha sido el minuto del siglo», dirá Valdano, el Manchester ha ganado la Copa, que pasea en triunfo ante un Bayern atónito. Han marcado los dos suplentes salidos a última hora.

Poco después, con las luces ya apagadas, Bobby Charlton baja al campo, pisa el área de los dos goles finales. Solo, en silencio, masticando sus recuerdos. Aquel accidente de 1958, del que se salvó, aquella Copa de 1968, que levantó…