Peter Lim cuece su proyecto en el Valencia a fuego lento
El dueño concretará en los próximos días el futuro de Ayestarán y una confección de plantilla que se mirará con lupa para no repetir errores del pasado.
Peter Lim apareció en Singapur anoche. En tiempo y forma. Meriton ha calculado al milímetro los días de estancia del Valencia en su país y el de ayer era el del encuentro de la expedición con el dueño. Lim cenó con ellos. Con Layhoon, sus consejeros, García Pitarch, Ayestarán, los futbolistas, incluidos ex como Mendieta y Albelda, y al menos 20 personas más, entre ellos su familia, el Príncipe de Johor de Malasya, amigos de su infancia y empleados de Meriton y el Valencia. Porque Lim no acudía anoche para hablar de negocios ni concretar nada. Simplemente lo hizo para dar la bienvenida a su país y celebrar su cumpleaños por adelantado (es el sábado).
No hubo por ello lugar a un encuentro a solas con Pako Ayestarán, a pesar de que éste se sentó en su mesa como también Pitarch, que fue con el que más habló. Lim sí se acercó a charlar de forma distendida hasta en dos ocasiones con los cuatro medios que acompañan al Valencia en Singapur, entre ellos AS.
Lim trata de acercar su proyecto a la afición blanquinegra, un proyecto que cuece a fuego lento. Los ritmos los marcan a su estilo. Incluida la decisión sobre el futuro inquilino del banquillo de Mestalla. En este sentido Lim simplemente indicó que se toma unos días antes de tomar la decisión. Ni Pako "sí" ni lo contrario. Sin prisas.
Principalmente porque Lim recalca que no está de paso en el Valencia. En ninguna de sus empresas lo ha hecho y a sus 63 años está en el fútbol para tratar de disfrutar en este mundo. Por ello repite varias veces que su proyecto es a largo plazo. También que necesita la estabilidad deportiva que hoy sí tiene la parte económica del club. No reniega de que en el curso que acaba de terminar se han cometido errores. Pero pide algo de tiempo y paciencia.
No espera una comprensión eterna, pero sí la que él y Layhoon consideran necesaria para dar con la tecla con la que reconocen que aún no ha dado, para aprender a moverse en un club como el Valencia y también para adaptar dos culturas diferentes como la asiática y la española. Entre sus reflexiones: no han invertido más de 200 millones en el Valencia para hacer sufrir a la afición, a los futbolistas y sus familias ni a ellos mismos.
El dueño entiende el malestar de la afición. El año comenzó torcido y sin ellos esperarlo. En tres meses se pasó de la alegría en Almería al "Nuno vete ya" sin más partidos entre medias que la clasificación contra el Mónaco para la Champions League. Había un problema y la apuesta fallida por Gary Neville y la juventud de la plantilla propició quedarse fuera de Europa.
Regresar a ella, en concreto a la Champions, es su objetivo para la temporada que viene. Y con esas miras armará un equipo. La misión la delega en García Pitarch y se apostará por más experiencia que por juventud en los refuerzos. De hecho la convocatoria de futbolistas para Singapur no es casual. A falta de los fichajes que están por llegar: un veterano implicado como Javi Fuego y cuatro jóvenes que son pilares para el proyecto: Ryan, Jaume, Alcácer y Mina. Le hubiera gustado saludar a Gayà, pero prefiere que se recupere para iniciar la pretemporada en su mejor versión.
Lim prefiere ver la botella medio llena que medio vacía. La decepción por no estar en Europa conlleva, al menos, que el curso que viene el equipo solo disputará un partido por semana, como sucediera en el primer año de Nuno. Entiende que es el contexto para rearmar el proyecto, hacer vestuario y confiar en un entrenador. Ahí sí le encaja el perfil de Pako Ayestarán. Pero, lo dicho, la decisión se tomará en unos días.