El árbitro no vio dos penaltis claros por manos del Sevilla
Carriço en el minuto 12 y Krychowiak en el 40' cortaron dos internadas del Liverpool el tocar el balón con la mano. El sueco Jonas Eriksson dejó seguir.
Polémica en el Liverpool-Sevilla. El colegiado sueco Jonas Eriksson no vio un claro penalti cometido por Carriço en el minuto 12 por una mano dentro del área, después fue muy cuestionado en el 39' por anular un gol de cabeza de Lovren y en el 40' volvió a dejar seguir en una jugada en la que Krychowiak tocó el balón con la mano.
La primera jugada polémica se originó en las botas de Milner. El mediocentro envió un balón en profundidad a Firmino. El brasileño controló en carrera y al intentar driblar con el primer toque a Carriço, éste evitó que penetrara más y cortó el balón con el brazo derecho. Ni el árbitro ni el asistente, que estaba enfrente de la jugada, señalaron penalti. Klopp y sus jugadores se llevaron las manos a la cabeza.
En la segunda jugada polémica, en el minuto 39, el colegiado anuló un gol de cabeza de Lovren porque Sturridge, más adelantado, pudo dificultar la visión a David Soria. Un minuto después, Jonas Eriksson tampoco vio una mano de Krychowiak al cortar un pase de Sturridge con la mano. Estas dos últimas jugadas se produjeron ya con el 1-0 en el marcador.