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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 12 DE MAYO

El Orense completa la liga perfecta (1968)

Actualizado a
El once inicial del Orense, durante un partido.
Diario AS

El Orense había sido fundado en 1952 como una transformación de la Unión Deportiva Orensana. Había llegado a militar tres temporadas en Segunda, pero para la presente estaba en Tercera. El año anterior también, aunque había rozado el ascenso. Se le había escapado el puesto en la liguilla entre campeones y subcampeones de grupo por una derrota en desempate con el Xerez, en Madrid, sobrevenida en la segunda prórroga. Pero para este año venía con fuerza, y de hecho batió un récord del que se habló en toda España: ganó, uno tras otro, los treinta partidos del campeonato en el Grupo I de la Tercera División. El campeonato empezó con una asistencia de apenas cuatro mil personas, por la desilusión de la temporada anterior, pero fue in crescendo, y para los últimos partidos se quedaban pequeñas las 17 000 localidades del campo.

El último de ellos lo jugó fuera, en el campo del segundo clasificado, el Compostela, entre una gran expectación nacional y buen sentido del humor por parte de sus aficionados, que llevaron, al campo de Santa Isabel, de Santiago, una pancarta que rezaba: «Si no ganamos en Santiaguinho, quedamos tan amiguinhos». Pero ganaron, 0-1, con gol de Carballeda, el número 38 de los que marcaba el delantero centro. Con eso completaban un increíble registro de treinta victorias, cero empates y cero derrotas, 98 goles a favor y solo siete en contra. El equipo-tipo, que merece ser recordado, era este: Roca; Varela, Astigarraga, Lozano; Ángel, Pito; Cortés, Seara, Carballeda, Pataco y Túnez. El entrenador era Fernando Bouso, madrileño de origen gallego, que había jugado en los juveniles del Atlético de Madrid con Enrique Collar, y más tarde en el Orense. Nada más acabar el partido de Santiago, el equipo recibió, aún en los vestuarios de Santa Isabel, un telegrama del delegado nacional de Deportes, Juan Antonio Samaranch, felicitándole por la hazaña y anunciando la concesión de la placa de plata al mérito deportivo.

En torno al equipo se creó un gran revuelo y todos los grandes miraron qué se podía fichar de él. El Atlético incluso les invitó a jugar un amistoso entre semana en el Manzanares, tres jornadas antes de terminar la liga, contra su equipo reserva, a fin de ver más de cerca a sus jugadores más interesantes. Su interior izquierda, Pataco, será fichado por el club madrileño, aunque no consiguió tener éxito.

Curiosamente, ninguno de los futbolistas de aquel equipo hizo una carrera brillante. Y no solo eso: el Orense ni siquiera consiguió ascender. Para hacerlo tenía que superar dos eliminatorias, en disputa con otros campeones de grupo. Había quince grupos y solo subían cuatro equipos, y promocionaban otros cuatro, que salían de eliminatorias entre los subcampeones. El Orense eliminó bien al Condal, con dos nuevas victorias, 2-0 en casa y 1-2 fuera. Pero a la siguiente cayó ante el Ilicitano, con 0-0 en casa y derrota 2-1 en Altabix, el 16 de junio, con lo que se quedó en Tercera. Su fabulosa temporada no había tenido premio, pero queda en el recuerdo.