El Leicester se fía al Chelsea: si el Tottenham pincha, campeón

El milagro del Leicester City tendrá que esperar al menos un día más después de que los Foxes solo pudieran empatar a uno en su visita al Manchester United. El equipo de Ranieri reaccionó al tempranero gol de Martial para empatar el partido con un cabezazo de Morgan en el minuto 17. Sin embargo, no logró traducir su mejoría en la segunda parte con un segundo gol que le hubiera dado el título. Es más, pudo incluso acabar perdiendo si el árbitro hubiera señalado como penalti una polémica acción entre Drinkwater y Depay a falta de cuatro minutos para el final. Así, los Foxes necesitan todavía sumar dos puntos más en sus dos últimos partidos o que el Tottenham pierda o empate mañana en su visita al Chelsea para cantar el alirón. El United, mientras, dice ya casi adiós a sus opciones de clasificarse para la próxima Champions League.

El Manchester United pudo sentenciar el encuentro en un primer cuarto de hora excelente. Louis Van Gaal volvió apostar por el físico de Fellaini y Rooney junto a Carrick en lugar del talento de Mata y Ander para frenar los contragolpes de los Foxes. Así, encajonó al rival en su área en el inicio del partido y encontró el merecido gol de Martial a los ocho minutos de juego tras un gran centro con el exterior de Valencia desde el extremo diestro. Lingard, asistido por Fellaini en labores de pivot, tuvo casi acto seguido el 2-0 que podría haber matado el encuentro pero Schmeichel sacó una de sus manos de santo para mantener a su equipo con vida.

Todo pintaba entonces de cara para el segundo gol de los Red Devils pero el líder supo aguantar el chaparrón para, cuando peor estaba, empatar el encuentro a balón parado.

Mahrez teledirigió una falta a la cabeza de Wes Morgan y el capitán metió a su equipo en el partido con el tanto del empate. El equipo de Ranieri se quitó ya entonces la soga Red Devil del cuello y logró equilibrar el encuentro con el peligro al contragolpe de Mahrez.

El ritmo bajó entonces de revoluciones pero el picante se mantuvo en las jugadas al balón parado. En una de ellas, Huth calentó a Fellaini con un tirón de pelo al que el belga respondió con un fuerte codazo. El árbitro obvió tanto el penalti del central como la expulsión del belga y dejó que el juego continuase entre las posesiones largas del United y los intentos del Leicester de un segundo gol al contragolpe.

El líder, que pidió otro penalti a favor en una entrada de Rojo a Mahrez, dio definitivamente la vuelta al encuentro en la segunda mitad ante un United totalmente desinflado. Ulloa mandó dos avisos y en el 70’ Mahrez obligó a De Gea a ponerse en estado de alerta tras una jugada marca de la casa del argelino.

El United, sin embargo, sabedor de que la Champions se le escapaba, dio un nuevo arreón en los 15 minutos en busca del 2-1 a la desesperada. Martial y Smalling probaron a Schmeichel sin demasiado peligro y a falta de cuatro minutos para el final pudo encontrar el premio gordo en la polémica falta de Drinkwater a Depay sobre la línea del área. El árbitro se mojó a medias. Expulsó al ex del United por doble amarilla pero no se atrevió a señalar un penalti que podría haber dado la victoria a los Red Devils.