Jesús Muñoz, segundo técnico del Rayo Vallecano, fue rojiblanco en la 2001-02. Allí le dirigió Luis Aragonés, conoció a Torres y al Mono Burgos y ascendió a Primera. Ahora pelea por salvar la categoría con Paco. El sábado regresa al Calderón: duelo de estilos, a la imagen y semejanza de sus entrenadores.
—El calendario no le da tregua al Rayo y ahora toca el Atlético. ¿Cómo lo vio ante el Bayern? —Vi lo que es el Atleti: un equipo muy difícil de batir, que frenó al Bayern y que hace daño a la contra. No te deja respirar y los jugadores están concentrados al cien por cien.
—¿Puede ganarle el Rayo? —Frente al Madrid, mientras duró el fuelle, demostró poder plantar cara a los grandes. Contra el Atleti queremos ser concretos con el balón, no regalar nada y, si tienen algún cansancio, desgastarles. Las sensaciones del Rayo en la segunda vuelta invitan al optimismo.
—¿Y a Saúl cómo lo vieron? —Espectacular otra vez. Ahora llama la atención, pero nosotros lo disfrutamos en el Rayo y nos sorprende menos. Con su mentalidad y sus condiciones despuntaba y se intuía lo que ahora es: un jugador importante en un grande y que puede ir a la Selección como el que más.
—En Vallecas hay quien hace la comparación Saúl-Llorente... —Ambos tienen buena mentalidad, quieren aprender y así serán cada día mejores. Apuesto a que Diego, más pronto que tarde, vivirá noches similares a las de Saúl.
—Y usted regresa al Calderón, su casa durante la 2001-02. —Lo pasé muy bien, había un gran ambiente. Es especial ver a gente con la que compartí buenos momentos en aquella etapa.
—En aquel curso, el Rayo les eliminó de la Copa (1-3). —Fue a un partido, en el Calderón. Nos expulsaron a García Calvo y se complicó. El Rayo era el de Primera, el Atleti de Segunda… fíjate, las vueltas que da la vida.
—Ese año conoció a Fernando Torres. —Su primer gol fue al Albacete, donde estaba yo, y perdimos 0-1. Al año siguiente fui al Atlético y de vez en cuando compartíamos habitación. Es un delantero de talla mundial y, como persona, un fenómeno. Se merece todo lo bueno que le pase.
—¿Qué piensa cuando oye que le queda poco fútbol? —Con trabajo, humildad e inteligencia lo ha conseguido todo. Es injusto criticar a alguien que ha demostrado y sigue demostrando tanto y que jamás dice una palabra más alta que otra.
—¿Le llevaría a la Eurocopa? —Sí, sin duda. La Selección necesita un nueve como él, con muchos registros: tiene potencial cuando hay espacios y también dentro del área.
—Hábleme de Simeone. —Con él se ha alcanzado la estabilidad dentro y fuera del campo. Su carisma y su competitividad han dado un plus y deben estar muy orgullosos de estar ahí con Barça y Madrid.
—A usted le dirigió Aragonés, otro técnico con personalidad. —Simeone y él son los técnicos que más van a marcar la historia del club. El Cholo ha hecho del Atleti un grande en Europa.
—Y ahora hábleme del Mono. —Otro fenómeno. Coincidimos en el Atlético y era de los que mejor rollo creaba. Su carisma viene de lejos.
—Si el Atlético tiene a Simeone, el Rayo tiene a Paco. —Un entrenador debe sentir orgullo de que su equipo lleve el sello del autor. Les pasa al Cholo y a Paco. Hablar del Rayo es hacerlo de Paco. El equipo ha mejorado en imagen y en fútbol. No sólo importa ganar, sino cómo. Es un fiel reflejo del técnico.
—¿Le ve para la Selección? —Está más que capacitado y su estilo encaja perfectamente con los jugadores que están destacando en España.