Iraizoz detiene a un gran Rayo
Con un golazo de Williams y tres paradones del portero, el Athletic se aprovecha de la derrota del Sevilla y es sexto. El Rayo, que lo intentó, se queda a tres del descenso.
El Rayo se fue ovacionado de San Mamés con palmas a rabiar. El baño que dio al Athletic en la segunda parte fue de campeonato. Lo peor para los de Paco Jémez es que se llevaron una derrota peligrosa a cuestas, que les mantiene con sólo tres puntos de renta sobre el descenso. La culpa la tuvieron un soberbio Iraizoz, que se sacó tres paradas soberbias, la mala puntería de Guerra y Miku, y un chispazo de Williams antes de dejar el césped con molestias.
Al Athletic le salió todo de cara y ya saca diez puntos al octavo. Volverá a Europa el año que viene, pero lo quiere hacer sin jugar las previas, que empiezan a hacer daño en las piernas de sus futbolistas, con 55 partidos a cuestas.
La primera mitad fue un pestiño tremendo. Valverde dejó fuera a sus mejores futbolistas a día de hoy (Beñat, San José y Aduriz) y los meritorios no encontraron la forma de sacarse de encima la presión de un Rayo que apretaba fuerte al poseedor del balón. No había cambios de juego y Williams, improvisado ariete, tampoco encontraba el espacio para llegar al área.
Gil Manzano se comió un penalti muy claro por mano de Crespo, que ya tenía una amarilla, a centro de Susaeta. Segundos después, Guerra hizo activarse ya a Iraizoz en una estirada. Nada más se supo de los porteros, meros espectadores hasta entonces menos cuando Gorka, evitando riesgos, ponía el balón bien lejos de su área, sin darse cuenta de que Aduriz estaba sentado en el banquillo. San Mamés, habitualmente comprensivo, hizo sonar música de viento.
Los leones, ya con Aduriz y Beñat, dieron un paso adelante en el primer cuarto de hora del segundo tramo. Pero el primero de los desafortunados despejes de Lekue propició una ocasión de Pablo Hernández, que hizo lucirse a Iraizoz. Miku mandó el balón suelto a la red, pero estaba en fuera de juego. Lo peor para los de Paco fue que Williams se sacó de la manga segundos después un derechazo imparable.
Tormenta rayista. Entró Embarba y el Rayo martilleó por su derecha, en la que Muniain y Lekue parecían un queso de Gruyere. Una infantilada de Lekue de cabeza obligó a Iraizoz al paradón de la noche, a Guerra. Miku y el del Valladolid mandaron después tres balones francos fuera. En este Athletic, hasta la falta de Balenziaga es un problemón. Si a ella se suma la de Laporte...