El Tottenham sufre pero golea y mantiene viva la Premier

El Tottenham goleó 3-0 al Manchester United para responder a la victoria del Leicester ante el Sunderland y mantener cierta emoción en la batalla por el titulo de Premier League. El equipo de Pochettino, tras un flojo primer tiempo, marcó tres goles en apenas seis minutos de clímax en la segunda mitad para volver a ponerse a siete puntos del liderato de los Foxes a falta de cinco jornadas para que se eche el telón del campeonato.

El encuentro comenzó con media hora de retraso después de que el autobús del Manchester United se quedara atascado en el tráfico de Londres. Ese incidente, y la victoria del Leicester ante el Sunderland, marcó un inicio de encuentro en el que los Red Devils se aprovecharon del ritmo lento impuesto por los Spurs para adueñarse de la posesión. No obstante, los de Pochettino fueron poco a poco metiéndose en el partido y se fueron al descanso tras protagonizar las dos mejores ocasiones de la primera mitad en un cabezazo de Lamela y una gran internada de Walker.

Pochettino cambió la cara a su equipo en los vestuarios sin necesidad de modificar su alineación. El Tottenham fue consciente de que estaba desaprovechando su última bala para luchar por el título y salió al terreno de juego dispuesto a comerse el mundo. Le costó imponer su fútbol ante un United bien ordenado pero una vez que el genial Dele Alli tiró la muralla de Louis Van Gaal en el minuto 70 el encuentro se puso cuesta abajo.

El joven centrocampista inglés se aprovechó de una gran combinación entre Kane y Eriksen para llegar desde segunda línea y batir a placer a De Gea. El United lejos de reaccionar se encontró con un segundo gol en contra apenas cuatro minutos tras un gran cabezazo de Alderweireld que hizo estallar a la hinchada de White Hart Lane y mató el partido. No obstante, solo dos minutos del gol del ex del Atlético de Madrid, Lamela marcó el tercer y definitivo tanto del encuentro que deja a su equipo a siete puntos del liderato. Así, con solo ya 15 en juego, el reto de un Tottenham que no gana la Premier League desde 1960-1961 parece difícil pero los Spurs tienen claro que mientras haya vida hay esperanza y no se rendirán hasta que las matemáticas les digan lo contrario.