Los 4 errores tácticos que penalizaron al Real Madrid
Naufragio madridista en Alemania. El conjunto de Zidane cuajó un partido nefasto marcado por sus propias desatenciones y malas lecturas del juego.


Debacle del Real Madrid. El Clásico escondió los defectos que venía padeciendo el conjunto madridista a lo largo de la temporada y que alcanzaron su máxima expresión en una noche negra ante el Wolfsburgo. La titularidad de Danilo, inentendible a todas luces, las desatenciones de Sergio Ramos y la poca aplicación defensiva de los hombres de ataque resultan decisivas para entender el mal comportamiento del equipo de Zidane.
Nulo balance defensivo
Viejos males. El Madrid se partió durante todo el partido penalizado por el lento repliegue del trío ofensivo y de los centrocampistas. Cada balón perdido (sumó 130 pérdidas) se tornaba en peligro alemán, siempre y cuando el Wolfsburgo no contemporizase en la salida. La contra en la que erró Schürrle el posible (3-0) ejemplifica el déficit en el retroceso. Tres para tres (ver imagen). El Madrid tampoco supo frenar las contras alemanas con faltas (sólo cometió ocho infracciones).

Equipo mal parado y errores de concentración
Zidane lo verbalizó en conferencia de prensa: “Nos ha faltado movilidad e intensidad". El equipo madridista quedó desamparado por fallos individuales y cierta apatía táctica. Había demasiado espacio entre líneas y las coberturas llegaban tardes. Draxler tiró una diagonal en el gol de Arnold en la que Modric no pudo pararle, Casemiro llegó tarde y Cristiano ni hizo el amago de defender. Luego quedó señalado Ramos, que perdió de vista al atacante del Wolfsburgo y se dejó ganar la partida (ver imagen). El Madrid tampoco inició bien la jugada desde atrás. Pepe y el de Camas acumularon nueve y doce pérdidas respectivamente.

Danilo, un desastre
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Era el único cambio esperado respecto al Clásico. Zidane apostó por dar entrada en el once a Danilo en detrimento a Carvajal, pero el lateral brasileño zozobró. Draxler hizo lo que quiso con él. Danilo le dejó demasiado suelto y nunca le cubrió de cerca. En algunas ocasiones, como en la acción que acabó en el penalti de Casemiro, reculó en exceso y en otras perdió la espalda. El brasileño sólo recuperó un balón.

Sin movilidad ni ideas
El Madrid no encontró la fórmula en el segundo tiempo para desajustar al Wolfsburgo. Los centrocampistas abusaron del toque y los de arriba, exceptuando alguna internada por Bale en banda, apenas dieron soluciones. Volvieron a pecar de falta de movilidad (ver imagen). La entrada de Isco, que buscó varios pases en profundidad, proporcionó otro aire al ataque madridista y regaló la mejor ocasión a Cristiano. El malagueño, con todo, también erró en alguna entrega sencilla.




