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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 5 DE ABRIL

Álvarez Margüenda irrita al Manzanares (1981)

Escándalo en el partido entre Atlético de Madrid y Zaragoza por la actuación del árbitro, Álvarez Margüenda.
Diario AS

Aquella liga la estaba llevando bien el Atlético, líder escapado durante muchas jornadas. El entrenador era García Traid. A ocho fechas del final ganó al Barça (que por esos días tenía secuestrado a Quini), y se le dio como claro favorito. Pero no vivía con paz interior, ni mucho menos exterior. Su estrepitoso presidente, Alfonso Cabeza, una especie de precursor de Jesús Gil, lo tenía todo alborotado con sus declaraciones desafiantes. Era una mezcla de clown y rebelde antisistema. Le dimitió gran parte de la junta directiva, que le aconsejaba sosiego, le relevaron de su puesto de director del hospital La Paz y la Federación le suspendió por un mes. Los atléticos más sensatos temían que la forma de comportarse de su presidente Cabeza se volviera contra el club, particularmente a través de los arbitrajes. Y los temores empezaron a tomar cuerpo con la actuación de Guruceta en el partido de Sarriá, que perdió el Atlético.

Después de eso, el Atlético empata en casa ante el Salamanca y pierde en Gijón, con arbitrajes de Condón Uriz y Fandos que irritaron a los atléticos. A cuatro jornadas del final el cuadro rojiblanco recibió al Zaragoza, con Álvarez Margüenda como árbitro y un clima de sospecha generalizada, después de tres partidos sin ganar y con buena parte de la ventaja fundida. Y allí se armó la de San Quintín. Empezó marcando Ruiz para los locales, pero pronto el público se indignó por la violencia consentida del central aragonés Casajús. Rubén Cano salió lesionado a los tres minutos. Margüenda ignoró dos penaltis en el área del Zaragoza, pitó uno en la del Atlético, anuló un gol a Dirceu, expulsó a Marcos por una reacción airada de este, y finalmente expulsó también a Robi, ya en el 90’. Ganó el Zaragoza por los goles de Pichi Alonso (el citado penalti) y Valdano. El público estalló, cayó parte de la valla, un linier fue agredido, y una señora saltó al campo con un zapato en la mano a pegar al árbitro. Luego tuvo que ser atendida por un ataque de histeria.

Las declaraciones al final del partido son tremendas: «Un robo descarado», «Con la mafia en contra nunca podremos ser campeones», «Nos atacan como a Mazinger Z, hasta que nos destruyan no pararán». «Esto es un ataque personal de Porta y Plaza hacia Cabeza.» Alfonso Cabeza dobla su apuesta: «Esto es una conspiración, pero no voy a irme del fútbol. Voy a desenmascarar a los muchos sinvergüenzas que hay, con nombres y apellidos».

Al Atlético le quedan las salidas a Valencia (donde le faltarán seis jugadores, entre expulsados y lesionados) y el Bernabéu, más un partido en casa, ante Osasuna, que tendrá que jugar en campo neutral, en Albacete, por cierre de su campo. El día del Bernabéu Alfonso Cabeza convocó a su afición a pasar la tarde en el Manzanares, comiendo tortilla de patatas, «porque no merece la pena ir allí para que nos roben». En definitiva, el Atlético no ganó ninguno de sus siete últimos partidos, en los que solo sacó tres puntos. Sería tercero en esa liga, que ganó in extremis la Real, con un gol de Zamora en Gijón (véase el día 26 de abril) en los últimos instantes. El Madrid fue segundo.