FALLECE CESARE MALDINI | PERFIL
'Cesarone', mito del Milan y padre de la dinastía Maldini
Tras la muerte de Johan Cruyff, el deporte mundial sigue de luto. Diez días después del adiós del holandés toca llorar la marcha de Cesare Maldini, leyenda del Milan, de Italia y, como Johan, leyenda del fútbol con mayúsculas.
Cesare, padre de Paolo Maldini, fue un defensa muy técnico, un adelantado a la época, que también destacaba por su devastador remate de cabeza. Defendió la retaguardia del Milan durante 12 temporadas, de 1954 a 1966 (412 partidos), y pasó a la historia por levantar la primera Copa de Europa del Milan. Además ganó cuatro Scudettos. Finalmente, tras su dilatada y exitosa trayectoria en el Milan, se retiró como jugador en el Torino, en la temporada 1966-1967.
Copa de Europa
Maldini, nacido el 5 de febrero de 1932 en Trieste, fue el alma del Milan que levantó la primera Copa de Europa del club, con Nereo Rocco en el banquillo. La primera de las siete que tiene hoy día en su vitrinas. Fue en 1963, en Wembley y ante el Benfica de Eusebio, que marcó el primer gol de la final. Luego, el Milan remontó con dos goles de Altafini. Aquel equipo que pasó a la historia estuvo formado por Giorgio Ghezzi; Mario David, Cesare Maldini, Mario Trebbi; Víctor Benítez, Giovanni Trapattoni; Gino Pivatelli, Dino Sani, José Altafini, Gianni Rivera y Bruno Mora. El hoy desaparecido Cesare Maldini, como capitán, levantó la copa al cielo.
Fue su mayor éxito deportivo, su mejor recuerdo, con el que pudo superar la derrota cinco años antes ante el Real Madrid (la Tercera), en Bruselas (3-2): “Recuerdo que llegamos a la final en 1958 pero terminamos perdiendo en la prórroga ante el Real Madrid. Lo recuerdo muy bien, el tercer gol de ellos salió de una maraña de 100 piernas. Años más tarde volvimos a la final ante el Benfica portugués y se disputó en el estadio de Wembley. Hicimos un buen encuentro y ganamos con dos tantos de Altafini. Ellos contaban entonces con un conjunto muy fuerte entre los que destacaba Eusebio pero fuimos mejores”, recordaba Maldini en 2011.
Entrenador de cantera
Su carrera como entrenador fue atípica, saltando de equipos a selecciones y asumiendo diferentes roles, hasta que puso fin a su trayectoria en 2002 siendo seleccionador de Paraguay.
Maldini comenzó su carrera como técnico en el Foggia (1971). Luego dirigió al Tertana, Parma y Milan, así como a las selecciones de Italia y Paraguay. Aunque, siempre dijo que donde mejor se sintió fue en la sub 21 italiana (10 años), trabajando con los jóvenes. No logró un palmarés demasiado extenso, pero siempre fue un referente por su experiencia y sabiduría.
Su mejor momento en un banquillo fue siendo el segundo Enzo Bearzot en el Mundial de España 82, en el que Italia levantó la Copa del Mundo. No tuvo tanta suerte en 1986, también al lado de Bearzot, ni en el Mundial de Francia 98, cuando Cesare ya era el seleccionador absoluto y tenía en sus filas a su hijo Paolo. En aquel Mundial, Italia cayó en cuartos contra pronóstico.
Ni Cesare ni Paolo pudieron repetir el éxito del 82 con Italia, quizás lo consiga alguno de sus nietos Christian y Alex Maldini, hijos de Paolo y jugadores de las categorías inferiores del Milan: “En estos momentos lo más importante para ellos son los estudios", decía su abuelo en una entrevista reciente, en la que deseaba que su apellido perdurara: "Espero que la saga Maldini no se acabe con Christian o Alex, que haya una cuarta generación que defienda los colores del Milan".
Hoy se ha ido un mito del fútbol mundial, el padre de una dinastía de grandes jugadores, el hombre que levantó la primera Copa de Europa del Milán. Se ha ido su carisma, su sonrisa, su saber, pero quedan su gran historia y sus genes.