El Nápoles pierde y se deja medio Scudetto ante el Udinese
Pese a que Higuaín empató el tanto incial de Fernandes, el portugués hizo doblete y Thereau sentenció a un Nápoles que se queda a seis puntos de la Juventus.
El sueño del Nápoles de Maurizio Sarri, si no se acabó, se ha convertido en utopía. El 3-1 sufrido en el Dacia Arena de Udine deja a los azzurri a 6 puntos del primer puesto de la Juventus, cuando faltan apenas siete jornadas al final de la Serie A. Fue una tarde horrible para los partenopei, sublimada en la expulsión de Gonzalo Higuaín, que justo hoy había alcanzado los 30 goles en el Calcio. El Pipita se fue del campo entre lágrimas y rabia, las mismas de sus tifosi.
Era una mañana complicada para el Nápoles, esto estuvo claro desde su principio. Un problema muscular dejó fuera a Pepe Reina y la defensa, sin sus gritos y su figura, perdió toda su solidez. Sin Pepe para los azzurri no hay paraíso, algo que ya estuvo muy claro en la temporada pasada. Tras solo 14 minutos los locales se adelantaron con un penalti realizado por Fernandes tras una falta de Koulibaly a Badu, poniendo el choque cuesta arriba para Hamsik y sus compañeros.
Higuaín, en el 24', puso las tablas con una bomba desde el límite del área (30 goles en la Serie A, 32 en todo el curso), y a partir de entonces empezó el show de Gabriel. El portero brasileño neutralizó el penalti que forzó Widmer un minuto después y que lanzó Fernandes, pero instantes antes del descanso protagonizó un error que cambió el rumbo del partido. El meta no controló un balón en el límite derecho de su área y lo entregó a Zapata, cuyo centro aprovechó el mismo Fernandes con una chilena que valió el 2-1.
Los partenopei intentaron reaccionar al principio de la reanudación, pero se desmoronaron en el 57', cuando Thereau empujó entre palos al primer toque un gran centro de Widmer. Se acabó allí el partido azzurro, que poco después vivió su triste epílogo: Higuaín, que antes fue amonestado por protestas, en el 75' vio su segunda amarilla por una falta a Felipe, y la decisión del árbitro le hizo perder los papeles. El argentino sentía que se acababa el sueño suyo y de una ciudad entera y tuvo que ser empujado fuera del campo por sus compañeros (Pepe Reina, desde el banquillo, incluído) acabando enfadado con el mundo su partido número 100 en el Calcio. Hacían tres años que no veía una roja: era el 9 de febrero del 2013, en un Madrid-Sevilla.
Luego pasó poco más, con los bianconeri que celebraron un triunfo fundamental para su lucha por la salvación, y el Nápoles de Sarri (que también fue expulsado en la segunda mitad) que lloraba su casi seguro adiós a un Scudetto que falta desde la época de Maradona. Los 20 triunfos (con un empate) de la Juve en las últimas 21 jornadas dejan poquísimas esperanzas: el quinto título consecutivo de la Vecchia Signora está muy cerca.