Los finales de temporada con Garitano invitar al optimismo
Desde que entrena al Leganés, el equipo siempre ha repetido el mismo partrón: tropiezos en marzo antes de acabar la temporada lanzado.
El Leganés cerró el pasado sábado un irregular mes de marzo en el que el líder de Segunda sólo cosechó una victoria (triunfo 0-3 ante el Albacete), perdió la imbatibilidad de Butarque (derrota 0-1 ante el Tenerife), regateó una nueva derrota en Girona (empate a uno) y volvió a sumar un punto contra el Elche (cero a cero). Cualquier análisis prematuro invita a caer en la tentación de etiquetar esta racha como frenazo en seco. La realidad observada con perspectiva propone, sin embargo, considerar este receso no cómo un tropiezo, sino como una simple pausa para coger impulso.
Y es que, desde que Asier Garitano aterrizó en Butarque allá por 2013, el equipo ha seguido un patrón de comportamiento similar al de estos últimos meses para, ya en el tramo final, impulsarse con energía. Un plan estratégico que, por ejemplo, salió a la perfección en su primera campaña, la del ascenso a Segunda.
Entonces el Lega acumuló un triunfo, dos derrotas y dos empates en marzo. Luego abril sirvió para reencauzar el rumbo (dos victorias, dos empates) y, desde mayo, el equipo fue simplemente imparable: ocho partidos, cinco victorias, tres empates, nueve goles a favor y uno en contra.
La temporada pasada se repitió naufragio en marzo (tres derrotas, una victoria y un empate) para, después, dar síntomas de mejoría en el tramo final de campeonato, con victorias sonadas como el triunfo ante Las Palmas o la goleada 2-5 al Barça B. El problema fue que, insisten en el club, el equipo pecó de falsa humildad y, pese a su buen estado de forma, no se creyó el objetivo de jugar los playoff. Es por ello que este año, al contrario que aquel, Garitano ha mutado su discurso en cuanto ha oteado en el horizonte opciones reales de dar el salto de categoría.
De ahí que sorprendiera hace unas cuantas semanas hablando del ascenso directo como su única meta. “El año pasado fue de aprendizaje. Comprendí que para este curso había trucos que nos podían venir bien. Hubo un momento en el que nos faltó ambición para ir más arriba. Este año no quiero que se repita aquello. Tenemos capacidad, buen grupo… tenemos que ir a por lo máximo”, admitía en una entrevista reciente concedida a As.