Oblak: de ídolo en el Atlético al banquillo de Eslovenia
El portero del Atlético, segundo equipo menos goleado de las grandes ligas europeas, es el suplente de Handanovic en su selección nacional.
“Obli Obli, Obli Oblak, cada día te quiero más”, canta el Vicente Calderón con cada intervención de su portero. Jan Oblak ha alcanzado lo (casi) imposible: hacer que el recuerdo de Courtois, el portero de la Liga 13-14 y dueño de la portería rojiblanca durante tres temporadas, apenas venga a la menta de los aficionados colchoneros.
Sus actuaciones, unidas al célebre rendimiento defensivo del equipo, han llevado al Atlético a ser el segundo equipo menos goleado de las cinco grandes ligas de Europa, con 14 goles en contra: sólo el Bayern de Manuel Neuer, con 13, encajó menos.
Una lesión de Miguel Ángel Moyá, hasta aquel momento dueño de la portería por méritos propios, le dio al esloveno la oportunidad y desde entonces no la ha dejado escapar. De eso hace ya más de un año. Como muchos de sus compañeros, cuando llegan los parones internacionales se marcha para concentrarse con su combinado nacional. Pero ahí su rol cambia. Por completo.
Oblak sólo ha jugado seis encuentros oficiales con Eslovenia: cuatro amistosos y dos oficiales, en los que ha encajado cuatro tantos. Lleva sin disputar un partido con su país desde octubre de 2015. El seleccionador, Srecko Katanec, ha optado siempre por Handanovic, guardameta del Inter de Milán y que ya acumula 81 internacionalidades. El puesto, al menos de momento, es suyo, pese a que ha encajado el doble de goles en la Serie A que Oblak: 28.