Uno por uno del Atlético: Koke no se impone y Lucas da la cara
Mal partido de la medular colchonera, con un Kranevitter desorientado. El francés fue de lo mejor de un equipo que nunca dominó el partido.
Oblak. En la primera parte poco tuvo que intervenir. Se mostró seguro en los córners asturianos saliendo a despejar o a blocar con firmeza alguno de ellos. En la segunda tuvo suerte en un primer disparo de Sanabria tras una falta indirecta, que acabó en el poste y después se vio sorprendido en el zapatazo del paraguayo ante el que no respondió. La pelota le superó después de tocar en Kranevitter. Después, volvió a tener suerte cuando Castro mandó el balón al poste a bocajarro.
Gámez. El Sporting fue mucho más profundo por su banda izquierda durante la primera parte y Jony le puso a prueba. Aguantó, hasta los minutos finales cuando el Sporting encontró un filón por su banda y así llegó el tanto que desniveló el partido.
Giménez. Sin Godín, pasó ayer a ser el jefe de la zaga colchonera. Estuvo bien en las ayudas pero fue al límite en varias acciones y acabó roto muscularmente en una jugada que terminó costando caro a su equipo ya que pasó a jugar con diez.
Lucas. Enérgico, trató de complicarse lo menos posible en su difícil tarea de ocupar el sitio de Godín. Estuvo muy oportuno al meter la puntera en un gran pase de Sanabria que dejaba ya a Cases frente a Oblak. Estuvo atentísimo sobre Sanabria durante la primera parte, anticipándose en varias ocasiones, sacándole de punto y provocando el codazo de la tarjeta que vio el paraguayo. Después tuvo una afortunadísima aparición a remate de Castro. De lo mejor del Atleti.
Filipe. Sin chispa tras la batalla del PSV. El brasileño no asomó por el campo del Sporting, escasas incorporaciones y sin la confianza de otros días. Tampoco era un día para emplearse en lanzar centros con Vietto sólo rondando el área. Se administró, con apenas presencia en ataque, y las subidas de Lora le pusieron en algún aprieto.
Koke. Pasó gran parte del partido en el sector derecho y eso no le permitió asociarse con Filipe, con quien más se entiende últimamente. En un Atleti de poca posesión, no tuvo clarividencia para organizar. Después, con el marcador a favor, no supo imponerse para dominar el juego y su equipo lo fue notando hasta que al final fue sobrepasado.
Kranevitter. Sorprendido a veces por la velocidad de un partido algo descontrolado en los primeros minutos. Entonces se limitó a achicar y a mantener la posición, con poca salida ni participación. La salida de Gabi le liberó algo, pero cometió la falta de a Cases al borde del área previa al gol del Sporting.
Saúl. Muy preocupado de ayudar a Filipe y a Kranevitter, sin balón se descolgó poco y no inquietó en el área rival. Trabajó, como siempre. En el 55’ se lanzó de manera milagrosa a los pies de Lora, cuando el capitán del Sporting, tras una pared, se quedaba solo ante Oblak.
Correa. Arrancó en la derecha, sacrificado en defensa pero sin participar demasiado en ataque. Mediada la primera parte optó por ir a buscar la pelota entre líneas y después Simeone le situó en la izquierda. No encontraba el argentino el perfil bueno ni el momento para acelerar. Simeone se desesperó con alguno de sus balones perdidos. Fue sustituido por Gabi.
Vietto. Dejó un par de desmarques buenos, pero sin peso en el juego. Por momentos a aparecía demasiado alejado de la línea de centrocampista, sobre todo cuando Correa y Griezmann se incrustaron en la medular. Con el balón creó poco peligro. Lora le frenó bien en una de esas acciones. Fue sustituido por Vietto.
Griezmann. Pululaba por el campo, se integraba en la presión, algún apoyo bueno hasta que se le presentó la ocasión a balón parado. El francés clavó en la escuadra la falta directa y aporta un nuevo detalle a su gran repertorio. Después, poco más. Torres entró en su lugar.
Gabi. Entró cuando el Sporting se estiraba y el partido estaba sin dueño. Se situó junto a Kranevitter para calmar un partido descontrolado. No acertó a sujetar la posesión de la pelota y el Sporting se vino arriba.
Torres. Salió por Griezmann y tampoco inquietó a Cuéllar. Entonces el Atlético vivía más preocupado de destruir el juego del Sporting que otra cosa. No aportó.
Juanfran. Saltó al campo para echar una mano a un Gámez con tarjeta y al minuto de entrar él también la vio. Se apostó en el costado derecho del centro del campo pero no acertó a tapar la hemorragia que el Atlético tenía por ahí.