“Me citaron en el Bernabéu y me dijeron a quién tenía que votar”
No muestra su identidad por temor. Formó parte del círculo de compromisarios que fueron reclutados para Florentino Pérez en 2008 y cuenta a AS cómo fue el proceso.
—¿Por qué no muestra su cara ni su nombre?
—Sé que se han vivido situaciones, en el estadio, de gente que se ha mostrado en contra de Florentino a la que se ha perseguido, se les ha quitado el abono... No tengo miedo físico, pero quiero ir tranquilo al fútbol con mi hijo. Últimamente se está insultando al socio. El que no rinde pleitesía, es tachado de violento.
—¿Qué quiere denunciar?
—La elección de los compromisarios está viciada. Me sorprende que la gente no lo sepa. Habrá quien actúe con normalidad, pero los que se mueven en los círculos de este señor (por Florentino), como yo me he movido anteriormente cuando fui compromisario, saben lo que hay.
—¿Un círculo de Florentino?
—Ellos te dicen que hay que hacerse compromisario: “Oye, danos tu carnet de socio y tu DNI...”. Yo estaba encantado con ser compromisario. Para mí era un orgullo, luego me di cuenta de que era un palmero más y que como votara lo contrario me empezaban a mirar mal...
—¿Cuándo fue usted compromisario entonces?
—¿Pero en 2008 no estaba Calderón?
—Por eso precisamente. Era una época nefasta y se empezó a mover el ambiente: “¡Oye, que hay que ayudar a cambiar esto!”. “¡Hay que hacerse con la Asamblea!”.
—¿La gente de Florentino quería hacerse con la asamblea?
—El caso es que por una serie de gente que formaba parte de una peña muy conocida que se había creado, que estaba muy identificada con alguna persona que ahora está en la directiva del Madrid, dijeron que había que meter socios en la Asamblea.
—¿Y cómo fue ese proceso en el que se vio inmerso?
—Me pidieron que mandara por mail mi DNI y mi carnet de socio. Ya está.
—¿Quién?
—Un familiar mío. A través de su jefe, que es dueño de una empresa farmacéutica, decían que había que ayudar para hacerse compromisario, para echar a estos “sinvergüenzas” (en referencia a la directiva de Ramón Calderón). Y así empezó todo.
—¿Qué paso después?
—Pues que entregué mi abono y carnet de identidad y me facilitaron el contacto de una persona. Yo ni siquiera hice nada para presentarme a compromisario. Sólo mandé el mail y ellos hicieron el resto.
—¿Y el día de la votación?
—Pues llegué a la puerta del Bernabéu y llamé al teléfono que me habían dado. Un señor me dijo dónde estaba, me dio una lista, cotejamos que yo estaba en ella...
—¿Conocía de antes a esa persona?
—¡De nada! Era la primera vez que la veía. Identificó el millar en el que estaba yo. En mi caso, no se había presentado la gente necesaria para completar el cupo, así que salí elegido directamente. Pero ese hombre me dijo: ‘Pues tienes que votar a estos: pum, pum, pum...’.
—¿Cómo tenía aquel hombre las listas si el club no las facilita?
—Alguien se las habría dado...
—¿Su caso fue algo aislado?
—Mi impresión es que fue algo común, tanto por una parte como por otra. Imagino que la parte de Ramón Calderón estaría haciendo lo mismo. Es como una guerra total.
—¿El que tiene más perfeccionado el sistema de los compromisarios es Florentino?
—Yo recuerdo que cuando estuvimos en las elecciones famosas (las del voto por correo invalidado) a través de una peña de la que yo formo parte íbamos apoyando la candidatura de Villar Mir, que era la candidatura continuista de Florentino.
—¿Qué pasó?
—Se llegó a decir que la candidatura de Villar Mir tenía más voto por correo que voto presencial, y en eso sí colaboramos también nosotros.
—¿Cómo?
—Consiguiendo votos de los socios de la peña, pero no falsificándolos, claro. Un tejemaneje...
—¿Por qué no salió elegido después en las elecciones a compromisario de 2012?
—Se ve que ya no había tanto interés en mí... Puede que por no haber sido muy contundente en las votaciones. Se repitió la escena de 2008 pero yo no salí. Yo voté, pero a mí no me votaron...