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EL ONCE LATINO DE LA CHAMPIONS

El once latinoamericano de los octavos de la Champions

Keylor dejó en blanco su portería, Guardado dio una lección en el mediocampo, Douglas fue un puñal y Messi hundió al Arsenal: este es el once de AS América.

El once latinoamericano de los octavos de la Champions

Portería

Keylor Navas (Real Madrid): Fue la gran figura del equipo, sobre todo en el partido de vuelta, que se jugó en el Bernabéu. Hizo tres paradas salvadoras que permitieron que el Madrid no tuviera que sufrir de más en una eliminatoria que siempre tuvo de cara.

Defensa

José María Giménez (Atlético de Madrid): No jugó el partido de ida, pero en el de vuelta tuvo que cargar con la ausencia de Godín en la segunda parte y con la responsabilidad de patear un penalti trascendental: lo hizo todo con soltura, como un veterano a sus 21 años.

Héctor Moreno (PSV): Mejor en Madrid que en Eindhoven, el mexicano estuvo infranqueable en la defensa de tres que planteó Cocu en el Calderón. El duelo con los delanteros colchoneros se lo llevó el defensor, que además estuvo muy acertado en sus pases y desplazamientos.

Javier Mascherano (Barcelona): En cada ventana de fichajes se habla de que el Barça necesita un central para acompañar a Piqué, pero lo cierto es que no podría ser mucho mejor que Masche. Siempre oportuno en los cruces y transmitiendo una sensación de seguridad inigualable, el argentino fue una roca en la defensa culé tanto en el Emirates como en el Camp Nou.

Mediocampo

Arturo Vidal (Bayern Múnich): Cumplió con la difícil tarea de enfrentar a su ex equipo con soltura y autoridad. En Turín fue parte del mejor primer tiempo que se le ha visto al Bayern en mucho tiempo y en el Allianz cargó con la responsabilidad de ser el único jugador defensivo del equipo del Pep en el segundo. Fue una de las figuras, transmitiendo un liderazgo y despliegue conmovedores.

Andrés Guardado (PSV): Posiblemente la figura del partido de vuelta en el Calderón, el mexicano ha demostrado estar absolutamente consolidado como mediocentro. Los años lo fueron alejando de la banda izquierda, y ha adquirido una madurez que le convierte, a estas alturas de su carrera, en uno de los volantes más regulares de Europa.

Juan Cuadrado (Juventus): Hizo un buen partido en Turín, pero su papel en Múnich fue sobresaliente. Junto con Morata, fue el arma principal de la Juve, incontenible para Alaba, y consiguió marcar uno de los mejores goles de la competición. Además, nunca paró de correr y colaboró mucho con su equipo en defensa. Ha recuperado su mejor nivel en Italia.

Ángel Di María (PSG): Difícil entender cómo el United le dejó ir. Di María es uno de los mejores del mundo y lo demuestra cada semana en su equipo. En los dos choques ante el Chelsea fue clave. Se movió por todo el frente de ataque, pidió siempre el balón y pareció ser, en muchas partes de los partidos, simplemente imposible de detener.

Douglas Costa (Bayern Múnich): No tuvo su mejor noche en Turín, aunque sí generó algún peligro. En Múnich, sin embargo, fue la gran figura del Bayern. En los primeros 60 minutos, parecía ser el único capaz de desequilibrar a una defensa enormemente ordenada como la italiana. Su gran centro permitió que Lewandowski marcara el primero y estuvo eléctrico por las dos bandas. Magnífico fichaje de los bávaros.

Delantera

Lionel Messi (Barcelona): La gran figura del Barça en el cruce frente al Arsenal. En Londres, se encargó de marcar los dos tantos de su equipo y de clasificarlo virtualmente. En el Camp Nou, su casa, jugó un buen partido y lo coronó con una pincelada con marca registrada: la pinchó casi con desinterés, y corrió a celebrarlo antes de que entrara. Genio.

Neymar (Barcelona): Una asistencia en Londres, un gol en Barcelona. Un control mágico en el Camp Nou que ya lleva el sello del brasileño, definitivamente consolidado como uno de los grandes jugadores del mundo. Y el futuro que tiene, a sus 24 años, asusta.