México: El narco intervino en el fichaje de Jackson al Oporto
Según desvela el medio mexicano Aristegui Noticias, una empresa intermediaria en el traspaso estaría vinculada con el cártel de Juárez.
La empresa Grupo Comercializador Cónclave, vinculada al cártel de Juárez, habría intervenido en los traspasos al Oporto de los futbolistas colombianos Jackson Martínez y Héctor Quiñones y del mexicano Diego Reyes, según informa el medio mexicano Aristegui Noticias.
La empresa Grupo Comercializador Cónclave estaba representada por Rodolfo David Dávila Córdoba, que ejercía como operador financiero de los Carrillo Fuentes, la familia que controla el cárte de Juárez. Cónclave fue intermediario entre julio y diciembre de 2012, tal y como se detalla en la documentación presentada por el Oporto en el mercado de valores portugués. "En el periodo de seis meses finalizado el 31 de diciembre de 2012, los servicios de intermediación fueron proporcionados por las entidades Northfields Sports BV, Grupo Comercializador Cónclave SA y el agente Giancarlo Uda". Durante esos 6 meses, la entidad que preside Pinto Da Costa fichó al mexicano Diego Reyes, procedente del América, y a los colombianos Jackson Martínez (desde el Jaguares) y Héctor Quiñones (desde el Deportivo Cali).
Según Arístegui Noticias, en el caso de Diego Reyes la empresa intermediaria con el Oporto fue Northfields Sports. En el caso de Jackson, la situación es algo más turbia ya que participó el agente mexicano Guillermo Lara. Lara estaba vinculado por operaciones del narcotráfico y en especial con el Cartel de Juárez. Con el traspaso de Jackson, Lara hizo un gran negocio, ya que trajo a Jackson por 100.000 dólares al Jaguares y luego el colombiano acabó en el Oporto a cambio de 9,6 millones de euros. El medio colombiano RCN y el estadounidense Mundo Fox desvelaron hace unos años que Lara estaba vinculado al narcotráfico. Jefes de la droga, paramilitares y guerrilleros colombianos habrían hecho inversiones en el fútbol mexicano entre 2003 y 2006, y entre las personas a las que pagaron se encontrarían el empresario Carlos Ahumada, que dejó en la ruina al Santos Laguna, y el propio Guillermo Lara.
Lara se defendió de estas críticas en 2012. "No son acusaciones, para mí son estúpidos. Gente que no es profesional, que no tiene ética y que escribe cualquier estupidez. El negocio con Colombia fue con Jackson Martínez, que lo acabó de vender al Porto, como ustedes saben. Esos son los negocios que yo hago". Lara también tenía relaciones con el narco Tirso Martínez "El Tío", que, según el diario Reforma, lavaba dinero con la transferencia de jugadores de Colombia a través de la Promotora Internacional Fut Soccer, la empresa de Lara. Fut Soccer ya fue investigada por su relación con el narcotraficante colombiano Jorge Mario Ríos Laverde y en 2003, uno de los futbolistas que representaba, Carlos Álvarez Maya, fue detenido en el Aeropuerto de México cuando iba a volar a Colombia con un millón de dólares a bordo.