El Mono Burgos fue el cerebro de la tanda de penaltis perfecta
El ayudante de Simeone eligió a los jugadores y habló con los árbitros para efectuar los lanzamientos en la misma portería (la del fondo norte) que ante el Leverkusen.
Germán Burgos es la mano derecha de Diego Simeone. Día a día. Entrenamiento a entrenamiento. Y en los momentos de tensión, en esos que hay que decidir con frialdad en décimas de segundo un cambio o una modificación táctica, el Mono es aún más importante para el Cholo, porque le pone la calma y la pausa para tomar colegiadamente la mejor decisión. Cuando terminó la prórroga ante el PSV, el Mono Burgos mantuvo la calma. Como siempre. Tenía diseñada en su carpeta la tanda de penaltis.
Lo primero que hizo el ayudante de Simeone fue elegir con el árbitro la portería del fondo norte, la misma en la que se logró la clasificación ante el Leverkusen. Por las cábalas, muy importantes para el cuerpo y técnico del Atletico, ya se empezaba a ganar la tanda. Mientras todo el estadio coreaba el nombre de Luis Aragonés, Burgos le mostró la hoja al Cholo con los nombres de los que había elegido: Griezmann, Gabi, Koke, Saúl y Torres. En este orden para los primeros cinco lanzamientos desde los 11 metros. Simeone propuso meter a Giménez, pero Germán mantuvo a Saúl y Diego le hizo caso. Marcaron los cinco.
El Mono Burgos también tenía escrito el orden de los lanzadores en caso de llegar al fallo. Giménez, Filipe, Juanfran, Kranevitter y Lucas. Los dos últimos no lo tuvieron que tirar. Burgos, con la autorización de Simeone por supuesto, iba indicando a cada uno que le tocaba tirar al fallo. Juanfran se hacía el loco y el Mono le decía con gestos tocándose la cara, "vas tú, el de la barba". Juanfran, como sus siete compañeros que habían lanzado antes que él, marcó su penalti y se desató la locura en el Manzanares. Era el penalti número 8 del Atleti, el número de Luis Aragonés. El Atleti se metía en los cuartos de la Champions. Mientras el Cholo, todo el banquillo y todos los futbolista corrían eufóricos para abrazarse, el Mono Burgos, siempre tranquilo y con la pausa necesaria para los momentos culmen, felicitaba a los árbitros por su actuación. Tras el partido, Simeone reconoció la importancia de su ayudante en el momento decisivo: "El Mono eligió quienes pateaban, nunca es fácil saber elegir".