Quique alarga la vida al Almería

El Almería está sacando fuerzas de donde no las tiene. El equipo ha sumado tres partidos consecutivos con la meta a cero y de ahí vienen sus bienes. En el último no fue mejor que el Girona, ni mucho menos, pero supo hacer lo justo para llevar la victoria acertando arriba y teniendo algo de fortuna en defensa.

Casto se tragó dos balones que no acabaron en gol y milagro y Lekic, entre el acierto y la descicha, se encontró una y otra vez con Casto y el larguero de la portería. No fue buena la tarde para los atacantes del Girona, que acostumbrados a ver potería con facilidad en el último tramo de la temporada, se empeñaron en dejar escapar una oportunidad de oro ante un rival que antes parecía en coma y ya se mantiene en pie.

El dominio inicial fue para los de Machís. Viven de la posesión y supieron ponerla en práctica en el estadio Mediterráneo. Borja, Alcaraz y Granell lo hicieron bien hasta que el partido se paró por la lesión de Aday, que tuvo que ser sustituido por Coris. Apenas dos minutos después, Quique hacía el primer y único tanto merced a una jugada colectiva que Morcillo quiso ponerle al delantero para que este solo tuviera que darle la puntilla.

El encuentro se fue al descanso en terreno de nadie, pero cuando se inició la segunda parte fueron los catalanes los que recuperaron la iniciativa. El balón bordeaba una y otra vez el área rojiblanca y los disparos se repetían. Unas veces Herrera, otras Lekic y las que restaban, para Granell. Pero al igual que el Almería ha sido un coladero anteriormente, ahora tiene la fortuna de su lado y eso le dio ayer para situarse al borde de los puestos de salvación, a la espera de que sus rivales se enfrenten entre sí y encuentre una jornada en la que pueda dejar atrás una tortura que ya dura casi una temporada completa.