El Madrid, investigado por no dejar entrar a unos socios
La investigación se debe a la prohibición de entrada a 50 socios antes de un partido del Castilla ante Las Palmas B en marzo de 2015.
El Madrid está siendo investigado por un posible delito de apropiación indebida, coacciones, usurpación de funciones policiales y delito societario por el trato dado a 50 socios antes de un partido jugado por el Castilla y Las Palmas B en Valdebebas el 29 de marzo de 2015 en el que los empleados de seguridad contratados por el club (empresa Prosegur) les impidió la entrada al recinto para ver el encuentro. Todo eso es lo que piden los socios afectados en una demanda colectiva, presentada por la vía penal, que está siendo tramitada por el Juzgado de Instrucción número 44 de Madrid, una vez que la Audiencia Provincial aceptó el recurso de apelación presentado por los demandantes para que no se convirtiese en un simple “juicio de faltas”. De hecho, dicho Juzgado procedió ayer a tomar declaración a Julio Cendal, Jefe de Seguridad del Madrid, para que informase sobre lo sucedido en aquel partido. Otros empleados del club, José Luis Sánchez, director del Área Social, y Manuel Redondo, director del Gabinete de Presidencia de Madrid, también fueron en principio a declarar como testigos pero finalmente el juez les ha citado el próximo 11 de abril para declarar como imputados (investigados).
Dentro de las diligencias de instrucción también se ha citado a la empresa Prosegur para que aporte el listado de los vigilantes que estuvieron aquella tarde en Valdebebas trabajando para ese partido del Castilla. Lógicamente, también los 50 demandantes han de acreditar su condición de socios o que tengan carné madridista para saber si en aquel momento estaban investigados por el club por haber tenido algún sanción social disciplinaria. Los demandantes, entre los que no hay antecedentes penales, se quejan abiertamente porque también se impidió el acceso incluso de menores de edad (había varios niños pequeños). Uno de los demandantes habló con AS: “Era el Domingo de Ramos y lo que se vivió allí fue humillante. Todos éramos socios y tenemos derecho a acceder a Valdebebas al tener al día el pago de nuestras cuotas. Era ridículo porque había una grada totalmente vacía y se negaban a dejarnos pasar “por órdenes de nuestros superiores”, según nos decía los vigilantes jurados. No olvido la cara de un amigo mío que es pintor e iba con su niña de siete años. No sabía cómo explicarle por qué no les dejaban pasar a ver el partido”.
El club argumentó a esos 50 socios que no les dejaba pasar al estadio Alfredo Di Stéfano a ver ese partido porque así lo aconsejaba la Comisión Antiviolencia en una carta remitida al club, al considerarlos peligrosos por si montaban algún altercado de orden público, al tener conocimiento de que varios están vinculados a los Ultras Sur, expulsados del club meses antes. El club los consideraba aficionados “violentos” y por eso les denegó su entrada. “Es increíble. Antiviolencia puede declarar un partido de Alto Riesgo, pero nunca les pudo decir que aplicasen una cancelación sectaria de entradas porque eso es ilegal. Además, la Policía Nacional nos reconoció que ellos no tenían ningún listado de presuntos aficionados radicales, entre otras cosas porque los Ultras Sur no son peña legalizada y el Madrid le reconoció a la Policía que no tenían listado de sus componentes. Fue todo un disparate”, añade uno de los demandantes. Ahora sólo cabe esperar a que salga el auto judicial (previsto para las próximas horas) y todo quedará en suspenso hasta el juicio del 11 de abril. Ahí se sabrá si la Juez estima la demanda contra el Madrid por no haber dejado entrar a esos socios a ver el Castilla-Las Palmas B de aquel 15 de marzo de 2105.