Higuaín y Callejón firman en la remontada del Nápoles
El conjunto de Sarri se sobrepuso al tanto tempranero de Rigoni. Marcaron Higuaín, Chiriches y Callejón. Iguala a la Juventus en la clasificación.
Tras cinco partidos sin victorias entre Serie A y Europa League, el Nápoles vuelve a ganar y se acuesta líder del Calcio: los azzurri arrollaron al Chievo 3-1, conquistando la cima de la tabla empatados a puntos con la Juventus, que jugará mañana con el Atalanta. El choque empezó con un susto muy grande para todo el San Paolo que tras apenas un minuto ya vio como el conjunto visitante se adelantó en el marcador: Chiriches falló un regate delante de su área regalando el balón a Rigoni, que batió a Reina con un potente derechazo. La reacción local llegó enseguida: en el 6' Ghoulam acabó una gran carrera centrando para Higuain, que empujó entre palos su tanto número 27 en la Serie A. A partir de entonces los azzurri se volcaron al ataque, y lograron dar la vuelta a la tortilla poco antes del descanso: Chiriches finalizó una típica jugada a balón parado ensayada por Sarri y con su testarazo tras un córner hizo olvidar a los tifosi su grave y tempranero desliz.
En la segunda mitad los partenopei empujaron para sentenciar concediendo pocas ocasiones a los de Maran, y tras un larguero golpeado por Higuaín en el 66', Callejón, como siempre muy activo tanto al ataque como en defensa, aprovechó un buen pase vertical de Allan y batió a Bizzarri en el minuto 70, alcanzando ya 11 tantos en este curso. En los últimos 20 minutos pasó poco más, con el público de Fuorigrotta que pudo volver a celebrar un triunfo tras un febrero de decepciones: los napolitanos se acostarán lideres empatados a puntos con la Vecchia Signora, que mañana tendrá que enfrentarse al complicado ambiente del Atleti Azzurri d'Italia, ante el Atalanta. Con 10 jornadas para jugarse y ya sin los complicados compromisos europeos del jueves, este Nápoles tiene la obligación de creer en aquel Scudetto que para Sarri era una blasfemia. Ahora, la verdadera blasfemia sería no pelear por él hasta el final: hacer historia es posible.