"Además de la posesión, ojalá ganemos los puntos al Barça"
Trashorras y Baena, un mediocampo forjado en La Masia. Allí respiraron un estilo de juego que, años después, es el buque insignia del Rayo. "Es difícil ganarles, pero esto es fútbol".
El mediocampo del Rayo tiene en La Masia su denominación de origen. Siendo niños, Trashorras y Baena cambiaron sus Rábade (Lugo) y Torrox (Málaga) natales por Barcelona. “Mi forma de jugar, de entender el fútbol, todos los valores que tengo, los aprendí allí”, confiesa el capitán, a lo que el malagueño añade: “Asumí la idea de juego y recuerdo desde los cocineros hasta el director, Rubén Bonastre, y después, Carles Folguera. Se portaron como padres con nosotros”. Lejos de casa, la ilusión es la gasolina y los compañeros de viaje se convierten en amigos para toda la vida. “Cuando te separas de tu familia y vienes de pueblos pequeños, como nosotros, terminas considerando como hermanos a aquellos con los que pasas tantas horas. Ellos te tienen a ti y tú a ellos”, apostilla el gallego. “Allí te daban todas las facilidades para que quien quisiera estudiar pudiera hacerlo. Yo hice Bachillerato y luego Ciencias de la Actividad Física y del Deporte”, expone el pivote.
Después de aquella etapa, ambos sacaron la brújula para emprender un nuevo camino. A Trashorras le llevó hasta el filial del Madrid y Baena terminó vistiendo la elástica del Espanyol. Ahora asoma el pasado en Vallecas, pero el Rayo que ellos comandan desde el mediocampo no se achanta. “¿Si les podemos ganar? Sin duda. Es difícil, pero es fútbol y pueden perder. Dependerá de cómo estemos y si nos vencen, que sea porque demuestren ser mejores”, argumenta el gallego. No obstante, los franjirrojos le quitaron la posesión al Barça 315 partidos oficiales después (entonces dirigido por Martino, 2013-14). “Es por nuestra forma de jugar. Sabemos que cuánto menos tengan el balón menos daño nos pueden hacer. A ver si le quitamos también el resultado y ganamos”, bromea el malagueño.
Precisamente, ese fútbol de toque, ese estilo, es un nexo común entre ambos equipos. “Salvando las distancias por los jugadores sí somos parecidos. Ambos intentamos llevar el control del juego, tener la posesión, ser protagonistas, valientes e intentar que el rival tenga poco el balón”, asiente el capitán.
Muchos son los peligros que conlleva el líder, pero Baena apunta a Messi: “Es el jugador que más marca la diferencia, pero si tienen el día Neymar, Suárez, Rakitic o Iniesta, te la pueden liar. Hay que estar muy atentos”. Y Trashorras coincide: “En la primera vuelta no estaba Messi y Neymar nos metió tres. Son todos buenos, aunque Messi está un peldaño por encima”. Otra perla de La Masia.
Iniesta y Alba, sus compañeros en La Masia
“¡Los náuticos!”, exclaman viendo las fotos. Las risas y los recuerdos emanan al hablar de sus compañeros en la etapa azulgrana. Forman parte de dos hornadas históricas. Trashorras llegó con 14 años y estuvo ocho en el Barça (cuatro en La Masia porque “a partir de los 18 te buscas un piso por tu cuenta”). Allí coincidió con Guardiola, De la Peña, Puyol (“Se le veía con carácter, era de los que mandaban allí”), Reina (“Estaba todo el rato haciendo novatadas”), Valdés, Iniesta (“Llegó muy jovencito y los primeros meses lo pasó mal”)... “De la Peña era muy bromista”, añade Baena, que le conoció en el Espanyol. El malagueño aterrizó en Can Barça con trece años y se quedó cinco, hasta el Juvenil A. Jugó con Busquets (“Uno al lado del otro y por delante del pivote, que era Toribio"), Bojan, Falque, Botía, Masip... “Con Jordi Alba, Marc Blasco y Adrián hice buenas migas, vinieron en verano a Torrox”.