"Hago un llamamiento a los socios para que se presenten masivamente a compromisarios"
Eugenio Martínez Bravo es el socio número 15.393 del Real Madrid, está casado y tiene tres hijos. Intentó presentarse a las Elecciones en el año 2013, pero desistió...
—Justo después de que el Madrid anunciara los plazos para presentar candidaturas a socio compromisario usted ya se ha movilizado en Twitter. ¿Por qué tanta inmediatez?
—Bueno, llevamos tiempo organizándonos. La idea es trabajar y luchar por el Madrid que nosotros queremos desde la asamblea, que es el órgano soberano del club.
—¿Cómo explicaría al socio la trascendencia de estas elecciones a compromisario de mayo?
—¡Son claves! La asamblea es en la que se decide el futuro del Madrid. Hay que recordarle a la gente que el Madrid no es una sociedad anónima, aunque Florentino Pérez lo gestione como si lo fuera. En mi opinión, gestiona el club como si fuera suyo, pero es importante que todo el mundo sepa que es la asamblea quien vota y decide lo que ocurre en el Madrid. Tenemos el último ejemplo en ese cambio de Estatutos que hace prácticamente imposible que nadie más que Florentino se presente a las Elecciones.
—Entiendo…
—Es fundamental que en la asamblea pueda haber debate, propuestas… Y que el club pueda volver a ser democrático, transparente, independiente y que se pueda votar lo que quieran los socios del Madrid. Es fundamental recuperar la asamblea para los socios.
—¿Acaso eso no ocurre en este momento?
—El problema es que ahora todo está muy dirigido por Florentino Pérez hacia lo que él estima que debe ser el Madrid. Mi intención es poder volver a entrar en la asamblea para poder presentar propuestas de reformas de Estatutos, para que los socios las puedan considerar y, en su caso, votar.
—¿Por qué usted no salió elegido compromisario en las últimas elecciones de 2012?
—El problema es que en mi anterior etapa como compromisario, de 2008 a 2012, yo era de los pocos que salían a hablar para discrepar de las cosas que se hacen mal. Siempre he intentado hacerlo con educación y con un espíritu constructivo. El problema es que Florentino no acepta ninguna opinión que sea contraria a la suya. Y él lo lleva a un debate de demagogia en el que los que opinamos distinto a él no somos madridistas o no somos buenos madridistas, o incluso somos antimadridistas… O incluso promovemos la violencia. ¡Eso, mire usted, no se puede permitir!
—¿Y por qué no salió?
—Yo no discuto el madridismo de Florentino. ¡Todos somos madridistas! Pero en esta sociedad tan grande Florentino tiene que asumir que haya gente que piensa distinto. Y que todos queremos el bien del Madrid. Entonces, contestando a su pregunta, en las pasadas elecciones a compromisario hubo un movimiento sorprendentemente alto de gente que se presentó en mi millar, en el que, como en todos los millares entonces, debía haber 27 compromisarios. Y se presentaron muchos más. La movilización ahí fue sospechosamente alta, y ante esa organización que hay por detrás, hubo elecciones en ese millar y me fue imposible salir elegido.
—¿Por qué?
—Porque para mí es imposible saber la identidad de a qué socios debo dirigirme para que me voten. Las listas y las direcciones las tiene sólo el club. Y la pena es que en las asambleas de estos últimos cuatro años apenas ha habido debate, y eso es tremendamente sano y constructivo en una sociedad tan grande como la que representa el Madrid.
—¿Tiene el Madrid facilidad para dirigir la elección de los socios compromisarios por tener el listado completo con la identidad y los contactos de todos los socios con derecho a voto?
—Hombre, yo dudo mucho y no puedo demostrar que haya un movimiento oficial, porque sería absolutamente ilegal que el club promoviera eso de forma oficial. No hay datos que corroboren eso.
—Desde luego sería fraudulento…
—Claro, sería un fraude reprochable. Pero sí hay un movimiento de organización, de grandes e importantes peñas oficialistas que están cerca del Madrid y que mueven mucha gente que sí promueven, con el beneplácito de gente del propio club, que puedan salir personas y listas favorables por completo a los intereses de la junta directiva actual. Y eso lo hemos visto con todos los presidentes. Eso es así y mucha de nuestra gente parece tenerlo asumido...
—Cuesta creer que funcione así un club tan grande y universal como es el Madrid.
—Es un sistema obsoleto y opaco. Un sistema antidemocrático. Y es muy curioso ver que Florentino no haya querido promover que este sistema cambie, sino ampararse en él para endurecer las condiciones necesarias para presentarse a presidente.
—Claro, la asamblea es el órgano soberano…
—Los socios que se presentan a compromisario en cada millar no nos conocemos entre nosotros. Y no hay una lista pública para que yo pueda contactar con los socios de mi millar. Y yo quiero proponer reformas para tener unos Estatutos más modernos y democráticos. Hay que hacer que el sistema de elección sea más abierto e independiente…
—Es lógico…
—Hay que evitar que el órgano soberano del club esté sometido a un presidente. Y no ha sido Florentino, han sido todos los presidentes del Madrid, que han dominado la asamblea al son y la música de sus intereses. Por eso ninguno ha tenido el arrojo de proponer una reforma de los estatutos. Si dominas la asamblea, dominas el club. Y la asamblea debe ser independiente, y que no apoye los intereses del presidente sino de los socios del club.
—¿Y usted cambiaría esto?
—¡Absolutamente! Tengo mucha ilusión y mucha fuerza para poder trabajar en un Madrid para los socios y de los socios. Y para proponer cosas que puedan ser consultadas y debatidas en la asamblea, y que al final se aprueben las cosas que quieran los socios. Y la reforma de los Estatutos tiene que ser tramitada de manera urgente. De nada serviría que Florentino dimitiera a final de temporada, por que tendríamos el problema de que nadie podría presentarse a candidato por el problema de la conjunción de antigüedad necesaria como socio y aval que se introdujo tras el último cambio de Estatutos. ¡Y eso lo votó una asamblea cercana al presidente! Y ese es el problema real en el Madrid.
—¿Y qué solución hay?
—Antes de que dimitiese Florentino debería proponerse una reforma de los Estatutos en la asamblea y que decidieran los compromisarios qué Estatutos deben regir al Madrid en el siglo XXI, porque los que hay son del siglo XX...
—¿Qué propone para estas elecciones a compromisario?
—Hago un llamamiento a los socios que durante estos días han contactado conmigo, hartos de la gestión de Florentino porque ya han identificado que el problema del Madrid está en él, para que se presenten masivamente a compromisario. Hay que recuperar el Madrid que todos conocemos. Hay un sentir general de que se ha perdido la identidad de siempre, de lucha, de sacrificio y pasión. Eso se está diluyendo con Florentino, con 11 entrenadores, con una política deportiva errónea y cortoplacista y con un presidente que es director deportivo. Por eso el baloncesto va tan bien, porque ahí no se mete y va fenomenal.
—Mal panorama…
—Lleva un dineral gastado para ganar siete de los 36 grandes títulos que se han disputado con él en la presidencia. Y todos sabemos dónde están esos títulos que faltan ahora. ¡Eso es lo que hay que cambiar! En los últimos tiempos hay muchas organizaciones de socios que han salido a la luz, gente que está cansada de esta dictadura de Florentino. Hay un desgaste y un descontento generalizado de que nos pongan los altavoces para reventarnos los oídos tras los partidos. ¿No podemos quejarnos? Florentino está alejado del socio, no lo escucha. No admite una opinión diferente. Y ese hartazgo ha hecho que muchos socios se estén organizando para ser compromisarios.