La plantilla está con Sandoval, que sigue al frente del Granada
Pina sigue creyendo en el técnico aunque el tiempo se acaba para ambos. Sandoval disfrutará ante el Valencia de una nueva oportunidad.
José Ramón Sandoval dirigirá este domingo al Granada frente al Valencia. Salvo sorpresa mayúscula, el presidente Quique Pina mantendrá al técnico al frente a pesar de que la decepción tras la derrota en Anoeta ha sido de grandes proporciones. Por tanto, Sandoval disfrutará ante el Valencia de una nueva oportunidad, una reválida parecida a la superó ante el Getafe, en la que deberá conseguir la victoria como sucedió entonces para continuar en el banquillo.
Si los resultados no cambian de inmediato, Pina se verá obligado a cesar a Sandoval pese a que, por el momento, sigue tendiendo fe en su trabajo. El presidente está contento del notable cambio que se ha producido en el juego del Granada en la presente temporada, lejos del estilo defensivo de entrenadores anteriores que tanto cansaba a los aficionados. Pina es de los que, puestos a perder, prefiere hacerlo al ataque que poniendo el autobús delante de la portería, y esa misma idea es compartida por gran parte de la afición que, pese a los malos resultados, está siendo mucho más condescendiente que lo fue, por ejemplo, con Caparrós.
Sandoval también tiene consigo al vestuario. La confianza que en él tienen los jugadores es otra de sus grandes bazas, y el director deportivo está al tanto de eso. Los jugadores están con el entrenador, están entusiasmados con su propuesta futbolística y la forma de ir a por los partidos. Juntar en un mismo once titular a dos centrocampistas de corte ofensivo como Rubén Pérez y Fran Rico, y a cuatro delanteros como Rochina, Success, Peñaranda y El Arabi es ciencia ficción en la mayoría de equipos de Primera División, y los propios futbolistas quieren defender ese modelo.
Pina y Cordero saben que no tienen mucho margen pero los resultados de los equipos que están en el vagón de cola han acompañado y las distancias siguen siendo las mismas. La situación es grave pero no crítica, y dudan que un cambio de entrenador mejore a Sandoval. Precipitarse ahora, la llegada de un técnico a contra estilo, podría ser fatal.
El Granada desapareció con el primer gol
Es verdad que el Granada fue inferior a la Real Sociedad y que mereció perder en Anoeta computando los méritos de unos y otros durante los noventa minutos, pero las estadísticas no son tan duras con el equipo de Sandoval. El Granada tiró tantas veces a portería como la Real Sociedad en Anoeta (10) y casi triplicó a los donostiarras en saques de esquina (trece a cinco). En cuanto a llegadas al área, la Real se impuso pero ligeramente. Otra cosa fue la puntería, los errores cometidos y la sensación dejada, que encumbró un equipo y acabó por hundir a otro.
Ahora de poco valen los primeros veinte minutos. Es difícil recordar que hasta que el Granada encajó el primer gol estaba dominando el partido, imponiéndose claramente en el centro del campo y acumulando jugadores por delante de la pelota. Aunque sin crear ocasiones manifiestas, la impresión fue positiva. Pero la Real acertó con el gol en su primera llegada al área y, como tantas otras veces, el Granada desapareció. Y luego fue incapaz de ponerse de pie, como sucedió en Ipurúa.