Cinco promesas del fútbol peruano que no despegaron
Suelen ocupar las portadas demasiado temprano y no llegan al nivel esperado. Aunque todavía son jóvenes, su futuro es cada vez menos promisorio.Nueva Zelanda-Perú en vivo online
Pasa en todos lados, porque los medios de comunicación tenemos la manía de colgarnos del talento de muchachos que probablemente no estén preparados para tanta atención tan pronto. Más todavía en países en vías de desarrollo, en los que la educación pública suele dejar mucho que desear, por lo que los jóvenes no tienen claro cómo afrontar los problemas de la vida adulta bajo la intensa luz mediática. Hay cientos de ejemplos de jugadores que a los 17 años parecían tener un futuro estelar, y que con el tiempo fueron acercándose a la mediocridad deportiva, sea porque no supieron manejar la fama o porque simplemente su talento era más limitado de lo que aparentaba.
El asunto es que cuando sucede en España o Francia o Argentina no es tan grave: estos países pueden darse el lujo de perder promesas porque encuentran siempre otra mejor, una que quizás no había ocupado portadas o reportajes televisivos, y luego otra, y otra más. En cambio, en países como el Perú, en el que hay que hacer un esfuerzo casi sobrehumano para conseguir once jugadores realmente competitivos para armar una selección seria, estos casos son casi dramas nacionales. Sin ánimos de ser pesimistas, les mostramos a continuación cinco ejemplos de futbolistas que en su adolescencia mostraron un nivel superlativo, pero que terminaron siendo jugadores del montón.
1. Reimond Manco
El caso paradigmático del jugador talentoso que no supo convertirse en un adulto, tanto dentro del campo como fuera de él. Veloz, habilidoso, prácticamente ambidiestro y extremadamente desequilibrante, Reimond Manco fue elegido como la figura del sudamericano sub 17 por encima de un tal James Rodríguez. Fue, además, una de las estrellas del Mundial de la misma categoría que disputó ese año Perú en Corea, lo que le hizo ganarse, merecidamente, el fichaje por el PSV de Eindhoven, donde también terminó de formarse Jefferson Farfán, quizás el mejor jugador peruano de los último quince años. Desde ese momento, todo fue cuesta abajo. Sin lograr consolidarse en el primer equipo, fue cedido al Willem II holandés, luego al Juan Aurich de Perú, que terminó comprando su ficha. El Aurich lo cedió al Atlante de México, donde terminó de hundirse: Manco aparentemente fingió un secuestro que justificara su ausencia de los entrenamientos, a los que terminó llegando bajo los efectos del alcohol. Luego volvió al Perú, donde protagonizó escenas lamentables en estado de ebriedad, peleándose con policías y con mujeres de farándula. Tuvo un breve paso por Qatar y terminó regresando a Alianza Lima, el club que lo formó, y donde actualmente milita. Manco ya tiene 25 años y su futuro promisorio terminó convirtiéndose en un pasado turbulento.
2. Andy Polo
Por más que sólo tiene 21 años y todavía tiene tiempo para enrumbar su carrera, todo hace pensar que las expectativas con Andy Polo eran demasiado altas. Comenzó impresionando en un Sudamericano sub-17 en 2011 y confirmó su buen nivel en el Sub-20 que se jugó en el 2013, donde fue una de las figuras de la selección. Polo es un jugador explosivo, con buena pegada y que maneja muy bien los dos perfiles, además de tener un perfil bastante serio fuera del campo. A diferencia de Manco, su problema no residía en su indisciplina: aparentemente, su nivel físico y de concentración dentro del campo le convirtieron en un jugador prescindible para sus equipos. Polo debutó muy joven en el primer equipo de Universitario y le fue bien, por lo que fue observado por el Genoa, que decidió ficharle. Sin embargo, su fichaje se cayó a último momento y terminó volviendo al Perú, donde jugó por la Universidad San Martín. Después, en lo que fue toda una sorpresa, fichó por el Inter de Milán, donde no debutó en el equipo mayor y fue cedido al Millonarios de Colombia, que terminó comprando su pase. Empezó bien su carrera en Bogotá pero terminó decepcionando y volviendo a Perú, donde actualmente juega en Universitario de Deportes, esperando por fin despegar y cumplir con las expectativas.
3. Edison Flores
El de Flores es un caso parecido al de Andy Polo: es un chico muy disciplinado fuera del campo, y todavía tiene 21 años, por lo que no tendría que tirar la toalla. Zurdo, creativo, veloz y pequeño, Edison destacó en el mismo Sudamericano sub-17 que Polo y también fue promovido muy joven al primer equipo de Universitario de Deportes. En el 2012 fue transferido al Villarreal, pero de inmediato pasó a jugar por el filial del equipo español. No logró impresionar ni acostumbrarse a la vida en Europa, por lo que volvió a la U, donde juega actualmente, sólo un año después de haber dejado el país.
4. Jean Deza
Es delantero y tiene todavía 22 años, pero su actitud fuera del campo empieza a nublar un futuro que parecía promisorio. Deza fichó a los 18 años por el MSK Zilina eslovaco, donde jugó 39 partidos y marcó 4 goles. Volvió al Perú para jugar con la San Martín y se fue luego a préstamo al Montpellier, donde no consiguió casi alternar en el primer equipo, pero aun así fue fichado permanentemente por el equipo francés. Jugó algunos partidos pero casi no consiguió marcar, por lo que volvió a ser prestado a Alianza Lima. Jugó un buen Sudamericano sub-20 en el 2013, pero sus indisciplinas dentro y fuera del campo hacían prever que el futuro no era demasiado auspicioso. Aun así, consiguió ser convocado por Markarián para la selección absoluta, donde debutó contra Inglaterra en un amistoso disputado en Wembley. En Alianza Lima no le fue bien, y, tras terminar su préstamo, volvió al Montpellier, donde no logra consolidarse.
5. Hernán Hinostroza
Otro talento desperdiciado al estilo de Reimond Manco y de tantos otros jugadores que no supieron manejar la fama y el dinero, y que optó por ser un personaje de la farándula nacional y no un futbolista de nivel. También tiene 22 años y fue una de las figuras de la selección sub-20 del Perú en el 2013. Hinostroza viene de una familia de futbolistas, y tiene un talento realmente especial: a pesar de su lentitud, tiene mucha clase, buen pase y un extraordinario disparo con la parte de afuera de su pie derecho. Dicho esto, no supo aprovechar su oportunidad en el fútbol belga con el Zulte Waregem y terminó regresando al Perú, donde actualmente se desempeña en el Melgar de Arequipa. Es conocido por relacionarse con vedettes peruanas (“botineras”, como dicen en Argentina), y lo último que se supo es que fue denunciado por golpear a una mujer en una discoteca. A diferencia de Flores y Polo, con los que todavía hay esperanza por su disciplina, Hinostroza parece haber optado por otro tipo de vida. Una pena.