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El cumpleaños más triste para Rafael Van der Vaart

El centrocampista holandés cumple 33 años en "el peor momento" de su carrera y con el Betis buscándole una salida en China.

Van der Vaart
Pizarro

"Jugador del HSV (Hamburgo). Aquí te mantendré al día sobre mi vida!". Ésas son las frases que todavía se pueden leer en el encabezamiento de la cuenta de Twitter de Rafael van der Vaart. Paradójicamente. O no, porque esa vida, al menos la futbolística, parece habérsele parado al holandés en algún tiempo mucho mejor que el actual, que el de este 11 de febrero de 2016 en el que alcanza los 33 años. El peor cumpleaños de su carrera, si se atiende a las propias palabras del futbolista neerlandés, que hace ya un mes, antes incluso de caer en el más oscuro ostracismo, expresaba amargamente en Bild su deseo de "jugar más". No será con el Betis, al menos hasta que las Ligas exóticas no cierren su ventana invernal y el club verdiblanco abandone la esperanza de 'colocarle' para quitarse de encima su millonaria ficha, de paliar lo que en Heliópolis ya nadie duda en calificar como un auténtico fiasco.

"Van der Vaart no ha funcionado", reconocía hace unos días Eduardo Macià, director deportivo bético y gran apostante por la llegada al Villamarín del fantasista oranje. Rafael, presentado ante más de 3.000 personas y con su abuela (de Chiclana) como tierna invitada, fue el primer fichaje mediático de Macià. El prólogo de un verano en el que también arribaría, como 'guinda', el hijo pródigo Joaquín Sánchez Rodríguez.

Con constantes problemas físicos, el extremo portuense tampoco pasa ahora mismo por los mejores momentos de su carrera. Pero ha jugado mucho más que Rafael, que se perdió los primeros partidos de Liga por un esguince de tobillo y luego, cosa de las lesiones o de las decisiones técnicas, se ha quedado muchas veces en el banquillo o en la grada. Sobre el campo siempre dio la sensación de haber tenido momentos mucho mejores durante una brillante carrera en la que lució camisetas tan importantes como las del Ajax, el Tottenham y sobre todo, el Real Madrid.

Ya en el Hamburgo, justo antes de recalar en el Betis, los propios compañeros de profesión habían proclamado a Van der Vaart como el "futbolista más decepcionante" del año en la Bundesliga. La campaña pasada jugó poco más de 20 partidos y la mayoría de ellos incompletos, producto de su falta de oxígeno en los minutos finales. En Heliópolis ha actuado aún menos. Muy poco con Pepe Mel (menos de 300 minutos) y nada de nada con Juan Merino, que le mandó a la grada en la vuelta copera contra el Sevilla y también ante el Villarreal, el Real Madrid y la Real Sociedad en Liga. El domingo ante el Valencia sí le convocó, pero para no sacarle del banquillo.

China, a la que curiosamente dedica el último tuit que escribió en esa cuenta abandonada ("De vuelta en Hamburgo tras un buen viaje en China", escribió el 11 de julio de 2014), le anda esperando. En el club verdiblanco esperan que les haga un favor y se lo haga a sí mismo aceptando una oferta "que le dobla el sueldo" que tiene firmado, por esta y dos campañas más, en Heliópolis. El ritmo trotón de la Liga asiática y el tirón mediático que todavía conserva en aquel país pueden darle a Rafael algunos momentos más de gloria sobre el césped con los que refrescar al fin unas oxidadas, como él, redes sociales.