La victoria de River Plate por 1 a 0 frente a Boca en el Superclásico de verano, fue un espectáculo bochornoso con final con escándalo. El sábado habrá revancha en Mendoza. Pero el primer enfrentamiento del año tuvo mucho de revancha y de juego fuerte por parte de los xeneizes quienes intentaron cobrarse a fuerza de patadas y provocaciones la eliminación en la Copa Libertadores 2015 por el escándalo del gas pimienta. Cinco expulsados, y más de cuarenta faltas el saldo de un clásico caliente. Sólo en los primeros 15 minutos, los xeneizes ya habían acumulado cinco faltas más que los millonarios y a los 10 se habían quedado con 10 jugadores por la expulsión de Jonathan Silva, quien lesionó a Gabriel Mercado. Con la presión en alza tensión Boca se dedicó a ejercer un juego brusco y se olvidó de jugar. Y River tuvo varias oportunidades de ampliar la diferencia. En el segundo tiempo, también vio la roja Gino Peruzzi, por otro planchazo. Luego fue expulsado el capitán Cata Díaz por insultar al árbitro Patricio Loustau. El colegiado también echó a Maidana por un cabezazo a Tevez. Y Cata Diaz vio la tarjeta roja por un gesto alusivo al descenso de River hacia la tribuna de los rojiblancos. A partir de entonces el partido se descontroló. Y lo jugadores se amontonaron a trenzarse en discusiones y golpes. En el tumulto vio la roja el jugador de River Pisculichi, que ya había salido. Más de treinta agentes de seguridad debieron intervenir para controlar la salida d los jugadores hacia el túnel, para que no hubiera enfrentamientos en el camino hacia los vestuarios. River terminó jugando con tres hombres más que el rival, pero le faltó claridad para ampliar la diferencia. Para la revancha Boca tendrá dificultades para armar el equipo ya que acumuló cinco expulsados, tres esta noche y dos contra Racing. El sábado próximo River y Boca vuelven a enfrentarse en Mendoza, y los xeneizes intentarán sacarse la espina de la derrota de ayer.