El Toralín sufre los estragos de las inundaciones del domingo
La Deportiva sustituye 500 metros cuadrados de césped tras el partido ante el Tenerife, que se jugó bajo un intenso diluvio que ha afectado al terreno de juego.
La decisión de Figueroa Vázquez de jugar el Ponferradina-Tenerife del pasado domingo a pesar de la intensa lluvia que caía sobre la capital berciana y del agua acumulada sobre el césped de El Toralín ha provocado que el club tenga que sustituir 500 metros cuadrados del terreno de juego, que quedaron completamente destrozados después del partido. La Deportiva confía en que el descanso que tendrá ahora el césped, ya que no volverá a jugar en casa hasta el próximo 31 de enero, permita que vuelva a lucir su mejor aspecto para recibir al Mallorca.
El centrocampista Álvaro Antón incidía este martes en que el partido ante el Tenerife no debería haberse jugado y, a su juicio, “a veces parece que hay cosas más importantes que lo que realmente es la clave, que es lo que pase dentro del campo. En este caso no ha sido así, ya que al final jugamos un partido en el que importa poco lo que hayas trabajado, la situación del equipo o quién esté mejor en ese momento y se convierte en una lotería que se puede ir para cualquier lado”. Antón reconoce que “sientes impotencia porque al final no puedes jugar como te gustaría. Da rabia porque sabemos que en casa somos más fuertes, pero ahora hay que solucionarlo fuera de casa”.
El equipo berciano volvió este martes al trabajo tras la jornada de descanso del martes con Lolo Pavón completamente recuperado de la lesión que le ha tenido fuera de los terrenos de juego durante las dos últimas jornadas. Además, José Manuel Díaz también recupera para Girona a Adán y Jonathan, sancionados ante el Tenerife.
La Deportiva confía en sacar algo positivo en Montilivi después de cuatro jornadas sin ganar y de perder dos partidos seguidos en casa, algo que según Álvaro Antón “puede afectar, porque te ves en la zona media-baja de la tabla, pero el equipo está tranquilo y sabemos que hay potencial suficiente para pelear por puestos más altos”. El burgalés, que confesó que no ha tenido buenas experiencias en sus visitas a Girona, remarcó que “es buen momento para cambiar tanto mi tónica como la del equipo. No tenemos que fijarnos en el rival y sí en nosotros, que tenemos potencial para ganar en cualquier sitio”.