Florentino Pérez ha tenido técnicos de todos los colores
Los diez entrenadores en doce años de Florentino han estado en las antípodas unos de otros, tanto por su estilo futbolístico como por su personalidad.
Florentino siempre quitaba la autoridad al entrenador. Se caía un avión en Colombia y la culpa era del entrenador. Llegaba un jugador borracho al entrenamiento y la culpa era del entrenador...”. Así definía Arrigo Sacchi en una entrevista con AS, en 2009, la actitud de Florentino con los técnicos. Lo vivió de cerca cuando fue contratado por el propio Florentino como director de fútbol en 2005 poco antes de que el actual presidente diera la espantada en su primera etapa, en la que se fue diciendo que había “consentido a los jugadores”. En esta su segunda etapa los entrenadores van pasando al mismo ritmo que en la primera (Zidane es el undécimo en doce años en la presidencia), pero hay una diferencia. Ahora no hay director deportivo. Es el propio Florentino el que ejerce como tal.
Es sorprendente también la poca relación que guardan entre sí los estilos y las personalidades de los técnicos que ha ido eligiendo Florentino en su larga lista. Del hombre de la casa conciliador que era Del Bosque a la corbata del políglota Queiroz. De la furia de Camacho a la singularidad del cuadrado mágico de Luxa, que incluso quiso poner un pinganillo a Raúl. Interinidades como las de García Remón o la del religioso andaluz López Caro. Ya en la segunda etapa llegó un ingeniero chileno. Y Mourinho, el que más le duró (el único que ha estado más de dos temporadas con Florentino), y eso a pesar de la división que creó entre el madridismo... A Ancelotti no le valió ni ganar la Décima. El último de la lista ha sido Benítez, al que contrató (avalado por José Ángel Sánchez) porque no tenía más opciones. El sueño presidencial era entonces Low, aún con contrato con Alemania y con la Eurocopa en ciernes.
DEL BOSQUE. Primer gran error de Florentino (le dio seis títulos)
Muchos notables del Madrid señalan la destitución de Del Bosque como el gran error de Florentino. No le renovó después de ganar la Liga de 2003. Entendió que con tal elenco de buenos jugadores cualquiera podría entrenar al Madrid. Pensaba que a Del Bosque no le quedaba bien la corbata. Compartió club con el actual presidente 1.084 días y le proporcionó seis títulos: una Champions (ganó otra con Lorenzo Sanz), una Intercontinental, una Supercopa de Europa, dos Ligas y una Supercopa de España. “Queremos un librillo más avanzado”, se justificó Florentino.
QUEIROZ. Corbata e idiomas...
273 días en la 2003-04 (59 partidos, 34 ganados, 11 empates y 14 derrotas). Con él llegó el Galacticidio. El Madrid aspiraba al trébol. Pero Florentino le había dejado sin clase media (sólo once galácticos más Solari). El Madrid perdió la final de Copa ante el Zaragoza, cayó en Champions ante el Mónaco y perdió los últimos cinco partidos de Liga. “Su reto es ofrecer el mejor fútbol del mundo”, dijo Florentino cuando llegó.
CAMACHO. Se fue espantado
119 días en 2004 (4 victorias y dos derrotas en seis partidos). Le bastó una pretemporada para ver que Florentino pondera el márketing sobre lo futbolístico, y eso no cuadraba con su libreto. “Yo soñaba con Camacho como hombre elegido”, dijo Florentino cuando lo anunció. Después de dos derrotas seguidas, se fue al ver que los galácticos sólo hacían caso a Florentino.
GARCÍA REMÓN. Sangre de la casa
“No es transitorio y encaja en la cultura del club”. Así le presentó. Sustituyó a Camacho y estuvo 102 días en el cargo (20 partidos, doce victorias, cuatro empates y cuatro derrotas). Pero sentó a Beckham en Santander y ahí le puso la cruz Florentino.
LUXEMBURGO. Cuadrado mágico
Fue la opción exótica de Florentino, que en este caso apostó por un brasileño desconocido (al menos en Europa). Su sello táctico fue el cuadrado mágico. Debutó en enero de 2005 sustituyendo a García Remón. Estuvo 341 días en el cargo (45 partidos, 28 ganados, siete empates y diez derrotas). Tuvo la ocurrencia de querer ponerle un pinganillo a Raúl para transmitir así sus instrucciones en el campo. Florentino no estuvo con él cuando fue presentado por sorpresa. Oficiaron la ceremonia Butragueño (entonces vicepresidente y director general deportivo) y Sacchi, que se fue después de un año al comprobar, también, que lo que decía importaba poco.
LÓPEZ CARO. El técnico religioso
Era el técnico del Castilla, un andaluz de inquebrantable fe que proponía a los jugadores rezar un padre nuestro antes de salir al campo. Lo dejaba todo en manos de Dios. Estuvo 156 días (19 partidos, 12 victorias, 2 empates, 5 derrotas), hasta que Florentino dimitió.
PELLEGRINI. El discurso del ingeniero
Fue la primera apuesta de Florentino al volver en 2009. “Queremos un equipo espectacular y eso requiere de un hombre como él”, dijo al presentarle. El Madrid pagó cuatro millones al Villarreal por él. Estuvo una temporada: 48 partidos, 36 victorias, cinco empates y siete derrotas. “Florentino nunca se ha dirigido a mí para nada”, dijo en una entrevista el chileno tras ser destituido. No ganó nada. Cayó a las primeras de cambio en Copa con el Alcorcón y ante el Olympique de Lyon en Champions.
MOURINHO. Tres temporadas, todo un récord
Costó ocho millones. Le presentó Valdano (al que luego prohibió entrar al vestuario y viajar con el equipo hasta que se fue). “Lo suyo también es señorío, defiende al Madrid”, dijo Florentino después de lo del dedo en el ojo. Lo mantuvo tres años: 178 partidos, 128 victorias, 28 empates y 22 derrotas. Ganó esencialmente una Liga y una Copa. “No soy Harry Potter”, decía el portugués, que se fue de “mutuo acuerdo” con Florentino.
ANCELOTTI. El hombre de la Décima
El Madrid pagó al PSG cuatro millones por él. Prometió “buen juego y espectáculo” y lo consiguió. Jugó con las cartas que le dio Florentino, la BBC y tres en la media (ninguno de ellos mediocentro puro) y ganó la Décima. Estuvo dos temporadas (119 partidos, 89 victorias, 14 empates y 16 derrotas). ¿Por qué le echa? “No lo sé”, dijo Florentino cuando prescindió de él.