La defensa brilla con Galca, pero el central sigue siendo prioridad
Reciben casi la mitad de goles (0'75 por partido) que antes del rumano (1'68). No está prevista una inversión para refuerzos y primero debe haber salidas. Esta semana, cumbre.
Aunque su propuesta es claramente ofensiva, Constantin Galca ha sabido leer desde su llegada las carencias que presentaba la plantilla del Espanyol y ha construido la casa desde los cimientos. Ante el Barcelona, que había marcado en todas las jornadas de Liga, se evidenció este trabajo defensivo del equipo, dejando a los azulgrana a cero. Toda una hazaña que, sin embargo, no será suficiente.
Con Galca, los pericos han recibido tres goles en cuatro partidos (tres de Liga y uno de Copa), lo que supone un promedio de 0’75 por encuentro. Esto es casi la mitad de lo que habían recibido anteriormente: 27 dianas en 16 envites o, lo que es lo mismo, 1’68 por partido. Del 0-6 ante el Real Madrid se pasó a un 0-0 contra el Barcelona, que el miércoles había superado el récord de goles marcados en un año natural (180).
Pero todo esto no será suficiente. En el Sánchez Pizjuán sí se manifestaron los puntos débiles y Michael Ciani ni siquiera ha aparecido en una convocatoria con el rumano. Es por ello que el entrenador se reafirma en que su prioridad es fichar a un central en este mercado de invierno. Así lo consensuará en la reunión que mantendrá esta semana con el director deportivo, Óscar Perarnau. Eso sí, primero se precisará una salida porque las fichas están completas y no se espera una inyección para incorporaciones.
Las peñas exigen respeto, "hartas" de los ataques
En un comunicado repleto de amor propio, la Federació de Penyes del Espanyol (FCPE) exigió “respeto” para la institución. “Estamos hartos de las continuas insinuaciones”, dicen, “sobre que nuestro equipo se deja perder en determinados partidos”. “Estamos hartos de que año tras año y siempre después de no conseguir la victoria, determinados medios acusen a nuestros jugadores de violentos y a los árbitros, de beneficiarnos”, añaden. También muestran su hartazgo por “tener que dar explicaciones y casi disculpas para simplemente hacer frente a nuestro rival”.