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SERIE A

Lo peor de la Serie A 2015/2016

Con la primera mitad de la competición practicamente acabada, en AS hemos elegido lo peor en la competición italiana hasta el momento.

Lo peor de la Serie A 2015/2016

El inicio de la Juve

La Juve comenzaba la 15/16 echando de menos a tres de sus grandes figuras en las temporadas anteriores: Andrea Pirlo, Arturo Vidal y Carlos Tévez dejaron el equipo en el verano. Los reemplazantes –Khedira, Dybala, entre otros- eran buenos pero tenían que adaptarse al estilo y a la presión que supone jugar en el gigante italiano. Eso explicó en buena medida el pésimo inicio de curso de los de Allegri, que en la décima jornada tenían sólo 12 puntos. Derrotas inimaginables como la que sufrieron en casa ante el Udinese o empates ridículos como el que arrancó el Frosinone en Turín preocupaban muchísimo a la afición juventina. Salvaban la imagen la Champions y la gran plantilla de la que disponía el técnico ex Milán, lo cual se confirmó cuando empezaron a ganar con un gol agónico al Torino.

El bajón de la Lazio

Todo empezó con la eliminación de la fase previa de la Champions a manos del Leverkusen. No entrar en la competición más importante del continente supuso un golpe no sólo financiero sino también anímico a los de Stefano Pioli, que no consiguieron recuperarse. La Lazio, uno de los equipos más sólidos el curso pasado, cierra el 2015 en el décimo puesto y con actuaciones muy débiles tanto en lo colectivo como en lo individual. El último partido del año lo disputó en Milán ante el Inter y consiguió una victoria trabajada e importante, lo cual arroja una pequeña luz de esperanza sobre el futuro del cuadro capitalino.

La irregularidad de la Roma

La temporada empezó bien para el equipo de Rudi García: victoria sobre la Juve en la segunda jornada y sensación de solidez general, de juego fluido y de equipo que se conoce a la perfección. La Roma había fichado bien, sobre todo arriba: Edin Dzeko, de talento comprobado en el City y Mohamed Salah, revelación de la Serie A el curso anterior, llegaban para reforzar a un equipo bien armado. La Roma dio incluso un aviso a sus competidores en la jornada 9, cuando venció a domicilio a una Fiorentina que volaba alto. Luego cayó en Milán ante el Inter pero venció a la Lazio, y a partir de ese momento todo empeoró. Después del derbi romano no ganó durante cuatro partidos y permitió que la Juventus, el Napoli, la Fiorentina y el Inter se le adelantaran en la tabla. Ahora está quinta y deja la sensación de ser un equipo muy frágil en defensa. Enfrentará al Madrid en Champions, donde se presume se terminará su sueño europeo, lo que podría aprovechar para enfocarse en el torneo local.

El laberinto de la Samp

El rendimiento de esta Sampdoria versión 2015/16 es el fiel reflejo del comportamiento de su presidente Massimo Ferrero, el excéntrico productor cinematográfico que dice lo que piensa sin pensar lo que dice, como canta Sabina. Ferrero fichó a Walter Zenga en el verano para hacerse cargo del equipo genovés, que clasificó a la Europa League porque el Genoa (que había quedado sexto) fue eliminado de la previa del torneo por temas financieros. La Samp jugó la previa del torneo ante el Vojvodina serbio, y tras caer ¡0-4! en casa fue eliminada. Ferrero criticó a sus jugadores y a Zenga, que nunca pudo recuperarse del golpe y, tras un inicio de temporada sinuoso, fue despedido tras caer en casa ante la Fiore. Llegó Vincenzo Montella, el ex entrenador de los violetas, pero le ha costado recuperar el nivel de los genoveses. Los blucerchiati tienen un buen presupuesto y una plantilla nutrida, por lo que esperan escalar en la tabla y alejarse de ese puesto 14 en el que cerraron el año.

El fútbol soso del Milan

La etapa de transición que vive el equipo lombardo sigue dejando magros resultados deportivos. La era post Allegri, post Pirlo, Zlatan y Thiago Silva sigue sin encontrar su rumbo. El Milan apostó por Seedorf e Inzaghi, pero ninguno funcionó. La llegada de Mihajlovic –un hombre identificado con el Inter y la Lazio, y conocido por su fuerte carácter- ha calmado un poco los ánimos rossoneri, pero lo cierto es que en el campo el equipo que dirige el serbio sigue siendo frágil y predecible. La llegada de Carlos Bacca y Luiz Adriano ha dinamizado el ataque, así como el renacimiento de Mbaye Niang y el regreso de Balotelli, que antes de lesionarse mostró que todavía tenía esperanzas de volver a su mejor nivel. La defensa sigue siendo el problema, con un joven Alessandro Romagnoli que todavía no demuestra por qué costó casi 30 millones de euros y Alex, Cristian Zapata y Mexès dejando claro que no son jugadores de élite. La mejor noticia para este Milan quizás sea la rápida consolidación de Gianluigi Donnarumma, portero de 16 años que ya es titular en la Serie A y que parece ser el futuro reemplazante de Gigi Buffon en la selección nacional. El Milan cierra el año en un digno sexto lugar, aunque futbolísticamente muy lejos de los de arriba.