El Nástic se dispara y ya es tercero a costa del Zaragoza
Ortuño lanzó a las manos de Reina un penalti en el minuto 44. Popovic volverá a jugársela en el derbi aragonés frente al Huesca el 3 de enero.
Jornada fatal para el Real Zaragoza y espléndida para el Nástic de Tarragona, que despide el año entre los mejores, aspirando a lo máximo. El equipo de Popovic, que cosechó su quinta derrota del campeonato y encajó por primera vez tres goles, mandó en la primera parte y desperdició un penalti a un minuto del descanso, pero fue toda la segunda mitad a remolque de su rival, ganador siempre en las áreas, y ahora queda expuesto a salir, incluso, del playoff. Desde luego, el derbi del 3 de enero frente al Huesca en La Romareda se va a jugar en un clima repleto de urgencias.
Al Zaragoza le costó entrar en el partido, pero la lesión de Emaná, pasado el primer cuarto de hora, le aclaró lo suficiente el panorama para pasar a controlar el partido durante un largo tramo de la primera parte. Fue un dominio claro, con incursiones sucesivas, pero al que le faltaron ocasiones. La mejor fue un disparo de Pedro dentro del área que atajó Reina.
El Nástic recorrió el camino inverso. Comenzó mandando, pero sin Emaná no encontró el camino hacia la portería de Bono hasta el minuto 39, cuando, tras una pérdida absurda de Pedro, De la Espada hizo la jugada de la tarde filtrando un balón entre los centrales que culminaría en el gol del costamarfileño Jean Luc.
Penalti regalado. El Zaragoza pudo irse al descanso con un empate que le hubiera hecho justicia, pero Ortuño lanzó literalmente a las manos de Reina un claro penalti del portero a Cabrera, al que noqueó en una violenta salida de puños.
El Nástic volvió de los vestuario como un tiro, mientras el Zaragoza entró en estado depresivo por el penalti regalado por Ortuño y ya no levantó cabeza. Encajó el 2-0 a los diez minutos de la segunda parte, al remachar Fali un despeje de Bono tras disparo de Rocha, y fue incapaz de construir una respuesta efectiva. Rondó el gol en un par de acciones, especialmente en un remate picado de Jorge Díaz, pero fue un completo desbarajuste del que no se salvó casi nadie. Isaac acortó distancias en el 86’, pero dos minutos después Naranjo puso la firma definitiva.