"Me da bronca no vestir a Messi con la camiseta de River"
Durante 13 años Eduardo Abrahamian dirigió infantiles y juveniles en la cantera de River Plate. Allí vio jugar a un jovencísimo Leo Messi que le dejo totalmente impresionado.
Eduardo Abrahamian fue zaguero de River Plate y San Lorenzo. Pero a raíz de una lesión debió abandonar el fútbol profesional. Se recibió a los 29 años de entrenador y durante 13 años, dirigió infantiles y juveniles en la cantera de River Plate. Fue formador de Andrés D´Alessandro, Augusto Fernandez, Maxi Lopez, entre otros muchos talentos surgidos del club riverplatense. Pero un día de enero del año 2000 llegó para probarse en la categoría 1985 un chavalín de Rosario. Lionel Messi con 12 años asistió a una prueba en River. Lo primero que le llamó la atención a Eduardo fue su baja estatura. Le preguntó donde quería jugar en el campo de juego, y ¨Lio¨ pese a su timidez, no dudo: ¨adelante, yo juego de delantero¨, le dijo. Apenas lo vio controlar el balón con su zurda, supo que estaba ante un distinto.¨Yo había enfrentado a Diego Maradona. Todo lo que le veía a Messi en aquella prueba me recordaba a Diego¨, cuenta el entrenador.
- ¿Recuerda como fue el día que llegó Messi a probarse en su equipo?
Si. Era un día martes y estábamos probando chicos en Ciudad Universitaria (un predio de la Universidad de Arquitectura que está frente a River Plate). Es para no olvidárselo nunca en la vida. Se me presentó con Leandro Gimenez, un chic que jugaba con el en Newell´s. Los dos estaban acompañados por Federico Vairo (ex entrenador de Newell´s y por Jorge Messi. Lio tenía 12 años y jugaba de número diez, mientras que Leandro era número nueve. Hicimos una práctica de fútbol, y los incluí a los dos entre los suplentes de la división. Jugaron frente a los titulares. Y demostraron cosas muy importantes, muy interesantes. Pero lo volvía citar para que entrene con nosotros al día siguiente. Es importante verlos jugar más de una vez.
- ¿Gimenez era su socio como hoy lo es Luis Suarez?
Sí. Jugaba de punta y era de contextura física más grande. Jugaban de memoria juntos. Llevaban tres años en Newell´s jugando juntos, y se notaba que se llevaban bien dentro y fuera de la cancha. Leo disfrutaba tanto de hacer sus goles, como de asistir a su amigo. Pero toda la creatividad la tenía Leo. Era una alegría verlo jugar. se lo veía disfrutar.
- ¿Y que sucedió al día siguiente?
Al otro día hizo cosas más exhorbitantes con la pelota. El dominio, la conducción de la pelota en velocidad. tenía un panorama de juego que era sorprendente para su edad. Yo vi muchos jugadores que sobresalieron en River. Pero Leo era diferente a todos.
- ¿Que fue lo que más le sorprendió?
Leo era un chico diferente a todo lo quebraba visto hasta ese momento. Tenía poca estatura. Pero a mí siempre me gustaron los jugadores de contextura pequeña. Los habilidosos. Yo ya había dirigido a Andrés D´Alessandro y a Augusto Fernandez que tampoco eran altos. Y en aquel momento pensé: ¨Aca tengo otra perla más¨. Y lo volvía a citar para el día jueves para sacare todas las dudas. Y le dije a Delem, el coordinador general de futbol juvenil para que también o viera. Y también se sorpendió mucho al verlo. Por eso le tomamos los datos e iniciamos el proceso para ficharlo. Messi había demostrado todo en aquella prueba.
- ¿Es cierto que marcó once goles?
Sí. Me deslumbraron los dos. En la practica de fútbol hizo once goles y le hizo hacer cuatro a su compañero Leandro. Tenia un despliegue bárbaro, una gran habilidad. En ningún momento se achico ante chicos que eran más grandes que él. Se notaba que jugaba al fútbol para divertirse, que lo sentía así. Creo que hoy, en el profesionalismo también. Por eso no me sorprenden algunos goles que hizo en el Barcelona, porque ya los hacía con once años. Hizo en es partido un gol parecido al de Getafe, aquel que parece calcado al de Maradona a los ingleses. Era extraordinario verlo.
- ¿Había visto algún jugador parecido a él?
No. El unico que vi, que conocí con corta edad, fue Diego Maradona. Messi al único que se parecía a los doce años era a Diego. Lo vivi, y le vi hacer cosas diferentes a los demás. Tuve la suerte de disfrutarlo unos días cuando era chiquito. Le vi hacer cosas maravillosas. El cambio de ritmo con habilidad, un dribling tremendo, y una gran definición. Leo eludir al contrario y ya sabía donde iba a salir el arquero y donde poner la pelota. Leía la jugada en segundos.
- ¿Porqué no se quedó en River?
Messi pertenecía a Newell´s. Lo que ocurre es que ellos jugaban en la liga rosarina. Yo mandé la ficha para que la completaran con sus datos y me trajeran el pase para inscribirlo en River, y supieran que lo queríamos fichar ya. Lo que nunca supe bien es que sucedió en ese lapso. No se que pasó con el papá, porque a Leo había que darle lugar en la pensión, un viático, y inscribirlo en la escuela. Por eso hice que lo viera el director general, para que River lo fichara lo más rápido que se pudiera. Cuando volvió Gimenez , le pregunté: ´¿Qué pasa con Lionel que no vuelve? ¿Necesita que lo esperemos?. Pero él tampoco sabía. No supimos más nada hasta que tuvimos noticias de que estaba en Barcelona. River se perdió a un gran jugador de fútbol que estaba dentro de los parámetros técnicos de los jugadores que históricamente pertenecieron al estilo de fútbol del club.
- ¿Ya se veía que iba a jugar en primera y que iba a ser un crack?
Sí. Yo en ese momento te lo firmaba. Por eso quería ficharlo. Desde ya que uno nunca sabe cual será el techo de un jugador así. Pero se veía que iba a ser un gran jugador.
- ¿Y cuando se enteró que estaba en Barcelona que sintió?
Primero supe que estaba en la Masía del Barca. Sentí que no estaba equivocado. Y cuando lo vi debutar en el Barcelona, y hizo la carrera que hizo confirmó todo lo que pensé que podía ser cuando tenía doce años. Yo sentía que a pesar de ser bajito, Leo iba a triunfar por su gran talento. Luego yo luego me fui a dirigir en el Cartagena de España. Quise verlo en el Barca, pero nunca pude. Lo disfruto cuando lo veo por televisión. Pero no te voy a mentir, soy hincha de River, y me da un poco de bronca, de frustración no haberlo podido ver vistiendo nuestra camiseta.