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NATALINO FOSSATI

“Suárez, Del Sol y Peiró eran elegantes, con estilo personal”

Natalino Fossati (Alessandria, 1944), histórico lateral izquierdo del Torino en los 60 y 70 era conocido como el ‘Fachetti de los pobres’, por su juego similar al defensa del Inter.

“Suárez, Del Sol y Peiró eran elegantes, con estilo personal”

—Como histórico del Torino, ¿no tiene la sensación de ser el hermano pobre de la ciudad?

—No, porque quien está en el Torino queda en el recuerdo. No sé por qué, pero 30 años después todavía estamos en la memoria: Law, Polletti, Meroni, incluso yo… Más los de Superga. En cambio, en la Juve, salvo que sean Del Piero o Sivori, no se acuerdan, hay que ser un fenómeno… Los padres traen sus ragazzini al Toro. Como en mis tiempos, que seis o siete titulares venían de los juveniles.

—¿El Toro vive demasiado ligado a la historia y a Superga?

—Sí, pero gracias a ello siempre habrá alguien interesado en dirigirlo, aunque sea en Serie B. Algunos dijeron “morirá”. Otro, con la fuerza de la Juve, lo habría hecho. El Torino no.

—A ese Torino en el que usted empezaba llegó Peiró...

—Yo tenía 17 años y había jugado algún partido con el primer equipo. Los juveniles estábamos in pensione en Corso Vittorio y nos entrenábamos en Corso Filadelfia. Peiró pasaba por la parada del tranvía 8 y nos hacía subir. Bastantes veces me llevó, simpático, abierto…

—Los mejores españoles llegaban a Italia: Suárez, Del Sol, Peiró...

—Tenían un estilo personal y elegante. Suárez jugaba con el libro en mano: ‘capítulo uno, versículo tres’... Era un 10 de los clásicos. Del Sol era más metódico, medio más retrasado, de lucha. Del Sol debía venir al Torino pero se fue a la Juve, no recuerdo por qué, y vino Peiró, que hoy sería un mediapunta, un trequartista avanzado. No cubría, jugaba más en fase ofensiva, con personalidad, pedía la pelota. También vino Seminario a la Fiorentina.

—Eran los tiempos del gran Inter de Helenio Herrera y...

—Vencimos al Inter en San Siro, 1-2, que hacía tres años que no perdía en casa. El 12 de marzo del 67, iornata di sole…

—Iba a preguntar si ese Inter inventó el catenaccio.

—¿Herrera? No, lo decían antes, de Nereo Rocco. Decían que eran catenaccistas. Si el Inter jugaba con Jair y Corso, dos extremos, Peiró y Mazzola, mediapuntas de 20 goles, y Suárez, con llegada, ¿cómo se puede pensar que eran defensivos? Me da risa. Como cuando Rocco vino al Torino: jugábamos con Meroni, Ferrini, Simoni, Moschino… Un espectáculo. Polletti y yo éramos alas en los laterales, como hoy el Barça. No se puede comparar, pero como su tiqui-taca jugábamos todos, del 1 al 11. Rocco hacía un chiste: “No queremos que nos hagan un gol, pero vamos a marcar dos”. Herrera era un moderno. Él jugaba al dai e vai (dala y vete, ida y vuelta). Quería iniciativa. En el Inter, iban y volvían rápido. Da el balón y no te pares. Era argentino y trajo su técnica. No se parece a la brasileña, pero sí a la de los italianos.

—En todo caso, para la historia ha quedado que los italianos inventaron y exportaron el catenaccio, por ejemplo a España.

—El catenaccio lo veo hoy. Los espacios están cerrados, se hace el marcaje doble. Tres tiros en 90 minutos. Eso es catenaccio, el no juego. Por eso soy feliz de que existan Barça, Madrid, incluso el Atlético. Son campeones. ¿Inter, Milán, Juventus, Fiore, Torino… no jugaban? Si hoy nacieran Suárez, Sivori, Del Sol, Meroni, Mazzola… jugarían en cualquier equipo.

—El 6-1 del Barça-Roma era impensable en los 60 o 70 entre un español y un italiano.

—¿Dónde ha perdido más Italia? En no entender que hay que formar a nuestros jóvenes y no coger tantos extranjeros. Si traes un brasileño o un español me enseña, pero un croata, un… ¿qué me enseña? No tengo nada contra esos países pero, ¿qué enseñan? Son físicos, pero técnicamente… ¿Por qué juega Callejón en Nápoles, que físico no es? ¿Lo es Iniesta? La técnica supera al físico, es lo que el público quiere ver.

—El juego bonito de España...

—Como juega el Barça no se le puede parar. El Madrid ha sido más italiano, aunque siempre con jugadores formidables. Amancio, Zoco, Gento, Pirri… eran más europeos. Ahora es distinta la música. El Barça siempre tuvo futbolistas estratosféricos, daba más espectáculo y ahora juega en el mondo dei belli.

—Antes los grandes iban a Italia y ahora se van.

—Madrid y Barcelona no han dejado de enseñar fútbol, nosotros sí. En Italia no jugamos al fútbol, todo se hace en 20 o 30 metros. Ellos en 105 por 69. Ahora sí es catenaccio. Cuando se ve un buen partido es el fin del mundo. El fútbol se ve en Barcelona, en Madrid, allí…

—En 1990, el Madrid no pudo competir con el Torino para retener a Martín Vázquez.

—En el Torino era presidente Borsano, que estaba en la política. Había mucho dinero, pero al final fue una quiebra. Trajo a Scifo, a Casagrande… Martín Vázquez gustaba pero sólo estuvo dos años. Cuando tenía su día marcaba la diferencia, era un trequartista avanzado, con Scifo más atrasado. Probablemente era un poco molle (blando), pese a tener un gran físico. Era mejor Míchel, más líder. No sé si hizo bien en venir a Italia.

—¿Y a usted cómo le hubiera ido en España?

—Jugué en Cádiz, el Carranza, contra el Madrid. Al lado, en la plaza de toros, toreaba El Cordobés… Perdimos y Rocco nos dijo: “No hemos ganado pero lo hemos merecido”. Habíamos jugado contra un gran equipo en su casa. Garrincha, que estaba en el fin de su carrera, jugaba ese trofeo con el Corinthians. Hizo una finta, una maravilla. Miró a la grada y allí estaba todo el Madrid, que se levantaron a reír. Yo marqué a Amancio, que era más lineal, rápido pero yo también. Era un 8, volvía atrás, al interior. Me iba bien.

—¿Qué recuerda de los españoles de entonces?

—Estaba Gento, Polletti se encargó de él. Muy difícil. También jugamos contra el Espanyol en Hong Kong, ganamos 2-1. Con Las Palmas, ya en los 70, contra el Atlético. Me tocó Ufarte, bravísimo, un Garrincha piccolo. Y Luis Aragonés… cómo no.

—De usted se decía que era el ‘Fachetti de los pobres’.

—Sí (ríe). Fachetti era más alto y jugaba en el gran Inter, mejor en fase ofensiva que defensiva. Picchi tenía que cubrirle los huecos, pero era determinante cuando subía. A mí me convocó Herrera a la selección: “Usted es fuerte pero Facchetti más”. Después me dijo: “Usted no es lateral, es medio”. Y quizá, sí. Yo habría ido bien en España.

—En el Barcelona jugaba Eladio, el ‘Fachetti español’.

—Sí, muy fuerte, muy duro...