El Mirandés pasa a octavos a costa de un Málaga sin rumbo
Los de Carlos Terrazas dieron la sorpresa en La Rosaleda y se impusieron con un tanto del marfileño Lago Júnior en el minuto 72.
El Mirandés sigue creciendo y haciendo historia. Ya está en los octavos de final de la Copa, el torneo donde empezó su rampa de lanzamiento, tras eliminar a un Málaga al que ha superado en los dos partidos sin sufrimiento. Lago Junior, autor del 2-1 en Anduva, volvió a ser su héroe y el verdugo de un Málaga frío, flácido, sin ambición, alma ni plan. Un Málaga vulgar una vez más. Nada nuevo.
El equipo de Javi Gracia salió chisposo. Al minuto de partido Albentosa, de cabeza, hizo intervenir a Raúl y pocos segundos después Iglesias Villanueva anuló un gol a Tighadouini, que se encontraba en fuera de juego. Después vino lo clásico. El habitual e inoperante Málaga de la Liga a merced de un rival con espíritu, es decir, aguantando en defensa, aburriendo al oponente y dejando correr el balón con sabiduría para que pasaran los minutos y su portero no sufriera. De hecho, Raul no tuvo apenas trabajo. Sólo Albentosa, a los 44 minutos, dio problemas con un cabezazo mordido tirando a torcido. Así está el Málaga. Se llegó al descanso con 0-0 y la sensación de que los jabatos de Miranda (así se les conoce) ni parpadeaban. Se escuchaban pitos en la grada. Nada nuevo en estos lares.
A los 48 minutos el Mirandés llevaba siete saques de esquina por dos del Málaga y tenía el partido dominado para lloriqueo de una hinchada aburrida desde hace demasiado tiempo. A los 56 minutos, Gracia guardó a Camacho, a quien hizo reaparecer, para buscar profundidad en Pablo Fornals. Poco después quien entró fue Juankar, el hombre que dio en Vallecas los pases de gol a Charles y Cop. Algo debía hacer este pálido colectivo. Por eso, el técnico navarro se vio obligado a poner a su estrella Amrabat en lugar de su compatriota Tighadouini que, de nuevo, jugó sin confianza. Minuto 69.
Pero lo que llegó a los 73 minutos fue el 0-1. Un buen centro de Abdón Prats fue rematado plácidamente por el marfileño Lago Junior burlando a su compatriota, el desaplicado e indisciplinado, tácticamente. Arthur Boka. Ahí se acabó la historia. El Mirandés sigue transmitiendo buenas sensaciones e ilusión y el Málaga, la vulgaridad habitual. Normal que la afición esté quejosa. Demasiado está soportando.