La Concacaf , el atribulado órgano rector del fútbol en Norte, Centroamérica y el Caribe cuyo presidente Alfredo Hawit fue arrestado la semana pasada, ha decidido no designar un nuevo líder provisional en medio del escándalo. El hondureño Hawit, detenido en Zúrich el jueves, fue acusado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos por cargos de corrupción en el marco de la investigación en la FIFA, el organismo que gobierna el fútbol global. Hawit había tomado las riendas de la Concacaf tras la detención en Zúrich en mayo de su presidente Jeffrey Webb, también por cargos de corrupción, antes de una reunión de la FIFA. Webb se declaró culpable de los cargos después de ser extraditado a Estados Unidos. Webb, de Islas Caimán, había llegado al poder tras la caída del anterior presidente del organismo, el trinitense Jack Warner, que también ha sido acusado y se enfrenta a una extradición a Estados Unidos que busca evitar. La Concacaf, con sede en Miami, anunció que no elegirá otro presidente interino y que su comité ejecutivo (Exco) gestionará sus asuntos hasta que se realice un congreso en México el 12 de mayo. "El comité ejecutivo de la Concacaf concluye que a la luz de los acontecimientos actuales, es fundamental que el próximo presidente de la Confederación sea determinado por una elección pública", dijo el organismo en un comunicado. "Es muy importante para el futuro de la Confederación que el próximo presidente sea elegido por el Congreso pleno, en lugar de uno designado por los estatutos", dijo en el comunicado el jamaicano Horace Burrell, miembro del Exco.