Un doblete de Aduriz clasifica al Athletic como primero de grupo

Aritz Aduriz siembra el pánico también en Europa. El técnico del Augsburgo había dicho en la víspera que es imposible frenarle durante noventa minutos. Ejerció de adivino. Su equipo le perdió de vista sólo cuatro y se llevó dos sopapos que le mandaron a la lona y casi fuera de Europa. Un cabezazo de la casa y un tanto de cazagoles a pase de Williams convirtieron una dulce victoria bávara en un triunfo del Athletic que le clasifica ya como primero de grupo.

Fue una faena redonda, aunque imprevista. El Athletic se había dejado llevar un partido que tenía muy a favor por el tempranero gol de Susaeta. Un desgraciado empate al filo del descanso le complicó la vida. Los alemanes, que se la jugaron al desgaste y cazar pieza tras el descanso, encontraron un gol de oro de Bobadilla.

Pero todo volvió a su sitio cuando entró Iturraspe, un futbolista tremendo con balón al que las lesiones y San José han obligado a remar contra el viento. Un centro muy tocado suyo buscando la cabeza de Aduriz anunció tormenta, con mayor cuajo que la nieve que cayó en Augsburgo. Su pase interior a Williams en el área, que encontró desmarcado a Aduriz en el segundo palo, terminó con la incertidumbre. La efectividad fue tremenda.

El Athletic, con media docena de habituales suplentes, saltó al campo a cerrar espacios. Retrasó la presión con respecto a otros encuentros y su plan se basó en juntar líneas y aprovechar debilidades. Y encontró pronto una. Susaeta dejó su costado para acercarse a un saque de banda sin oposición y sacar un disparo seco desde la frontal que sorprendió a Hitz por bajo.

Luego se complicaría todo. El Augsburgo se creció tras el descanso y no marcó antes el 2-1 porque lo impidió un gran tapón de Laporte a Ji. Sí decidió Bobadilla, que pesa, pero Aduriz es de otra dimensión.