Raúl podría emular al mítico Pelé en su retirada del fútbol

Como ya sucediese el 1 de octubre de 1977, el Cosmos será el punto y final de la trayectoria de un jugador único como Raúl. Si aquel día fue Pelé quien abandonaba el fútbol profesional, hoy será el madrileño quien ponga punto y final a una carrera plagada de goles, de picardía, de oportunismo... de esfuerzo, al fin y al cabo. Pelé, el único jugador que puede presumir de haber ganado tres Mundiales, se retiró en el conjunto neoyorquino tras haber permanecido tres temporadas (desde 1975 hasta 1977) bajo su disciplina: con 109 partidos y 64 goles a sus espaldas... siendo campeón de la NASL. Igual a como pueden retirarse Raúl y Senna si derrotan hoy al Ottawa Fury.

En el adiós de Pelé se jugó un encuentro homenaje entre los dos equipos con los que compitió a lo largo de su carrera: el Santos y el propio Cosmos. Pelé jugaría una parte con cada equipo. La primera lo haría con el conjunto de la Ciudad de los Rascacielos. La segunda, la última, sería con el Santos, su segunda piel. No en vano, con la camiseta santista había jugado 1.257 encuentros con el conjunto brasileño y marcado 1.219 goles desde 1956 hasta octubre de 1974.

Y así fue. El 1 de octubre de 1977, con 75.000 personas abarrotando el Giants Stadium (ahora Metlife), entre ellas sus padres, y el partido emitiéndose por televisión prácticamente para todo el mundo, comenzó el adiós del Diez brasileño.

Su último gol. Pelé no falló en su última cita con las porterías. En la primera parte marcó su último gol: de tiro libre, a unos 12 metros fuera del área. Pelé se sacó un disparo potentísimo que entró como un obús en la meta del Santos. Aunque en la segunda parte el brasileño lo intentó de todos los modos posibles, el balón no quiso entrar. El Cosmos terminaría ganando 2-1.

Tras el partido, Pelé cogió un micrófono y soltó un breve discurso, que acabaría así: “¡Amor! ¡Amor! ¡Amor!”. Esas mismas palabras las acabaría adoptando el cantante Caetano Veloso para el estribillo de una canción (‘Love, love, love’). Luego, los jugadores le izarían y le darían una vuelta de honor, la última, al campo. Quedaban tres semanas para que cumpliera 37 años... Sin embargo, aún jugaría ocho partidos más (fueron apariciones excepcionales): dos en 1978, y uno en 1979, 1980, 1983, 1984, 1987 y 1990.