“El error histórico del Lyon fue dejar escapar a Griezmann”
Su jefe de ojeadores se lamenta al ver la progresión del ‘7’ atlético y cuenta los motivos: “No se le rechazó por bajito. Teníamos a Lacazette, Grenier...”.
Los focos de todo el mundo del fútbol alumbrarán hoy a Griezmann. El jugador atlético es una de las estrellas de la selección francesa que se enfrenta esta noche al campeón del mundo, Alemania, en el Stade de France (21:00 horas). Hoy es una celebridad, pero su camino hasta la élite no fue un camino de rosas. De hecho, igual que Michael Jordan, uno de sus ídolos, fue rechazado la primera vez.
Corría el año 2002. El Olympique de Lyon, equipo del que era aficionado Griezmann, organizaba unos partidillos de entrenamiento todos los miércoles en los Plaines de Jeux para chavales que querían formar parte de la prestigiosa cantera lyonaisse. Por entonces, el Olympique presumía por toda Francia de un equipo juvenil en el que ya destacaba Benzema y entre otros formaban Rémy o Ben Arfa (el club francés recaudó más de 60 millones en ventas de jugadores de esta generación, la del 87). Todos los niños de la zona querían vestir la camiseta del Olympique.
Uno de ellos era el pequeño Grizzi, que cada miércoles recorría los 70 kilómetros que separaban su casa, en Macon, del centro de entrenamiento Tolo Volage. “Era rubio, menudo y muy rápido”, comentan quienes lo recuerdan. El hoy jugador rojiblanco destacaba en esos partidos que se jugaban a escasos metros del mítico estadio de Gerland. Y el Olympique se planteó su fichaje. Pero al final no se le fichó. Hoy, en Tolo Volage reconocen que fue el error más grande de su historia. Un error entre cientos de aciertos de una cantera de la que salieron prodigios.
Así lo reconoce su jefe de ojeadores, Gerard Bonneau. “Fue nuestro mayor error en muchísimos años, un error histórico. Lo teníamos aquí, todos los miércoles, y no nos pusimos de acuerdo para ficharlo. Al final se lo llevó la Real Sociedad, dos años después, y mire cómo está”, reconoce con pesadumbre Bonneau. Griezmann tenía entonces unas características similares a las que tiene actualmente: rápido, habilidoso en el dribling y muy versátil. Eso sí, aunque alguna vez se contó que se le rechazó por ser muy bajito, Bonneau lo desmiente.
“No se le dejó escapar porque fuera muy pequeño. No miramos sólo el físico para captar jugadores”, asegura. Y cuenta a AS la verdadera razón por la que fue rechazado: “La verdad es que de su generación, la del 91, y en su posición, ya teníamos tres jugadores que prometían mucho. Eran Lacazette, Grenier (hoy los dos en el primer equipo del Olympique Lyon) y Tafer (hoy en el Sant Gallen suizo). Y no hubo acuerdo entre las diferentes personas que debían decidir si ficharle o no. Se le dejó escapar. Fue una pena”. Y así Lyon perdió una futura estrella y a Griezmann se le clavó una pequeña espinita.