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DINAMO MINSK 1 - VILLARREAL 2

Soldado despierta al Villarreal

Salió en el descanso y remontó con dos goles, uno de penalti, el tanto del Dinamo de Minsk en el 69’. El Submarino ya está prácticamente clasificado tras un mal partido.

Soldado despierta al Villarreal
VASILY FEDOSENKOREUTERS

Soldado ya puede sonreír. Tras irse enfadado hace quince días pese a haber marcado ante el Dinamo de Minsk después de algunos fallos, esta vez no perdonó. Fue decisivo y evitó al Villarreal meterse en un buen lío. El delantero salió tras el descanso para intentar maquillar un partido horrible. Con su sola presencia activó a sus compañeros. Y después, tras el 1-0 en contra en el 69’, remontó con dos goles caídos del cielo. El primero, dos minutos después del mazazo, por un penalti regalado por un defensa desnortado. El segundo, tras un zapatazo (86’) que por el camino desvió una pierna amiga. El delantero está así en su semana fantástica: ya lleva cinco goles, tres de ellos en Europa, deja a un punto al Villarreal de dieciseisavos y, además, Competición le dejará intentar ampliar su alegría en el Camp Nou.

El primer tiempo del Villarreal fue preocupante, con un solo disparo, por decir algo, de Bakambu a portería. El ritmo fue lento. La intensidad, insuficiente. Y la claridad de ideas, nula. El Dinamo Minsk llegó hasta mandar al principio y dar dos buenos avisos. El centro del campo amarillo jamás dominó, agobiado por el acoso a Trigueros, y varios de los meritorios volvieron a desaprovechar la oportunidad de Marcelino. Sobre todo Castillejo, que aún han llegado ni a la mitad de su nivel. Sigue abusando de su concurso por dentro sin atender a sus obligaciones por fuera. Mucha intención pero pocas soluciones. Y los laterales, con Mario de central y Jaume Costa descansando, ni subieron, ni desbordaron ni pusieron centros potables a Bakambu como suele hacer este equipo. Con Jonathan, Bruno, Denis y Soldado sin jugar, lo más relajante era mirar al banquillo. Al menos se sabía que había esperanza. Hubo que moverlo porque el partido se atascaba y el Rapid, en el otro enfrentamiento del grupo, iba ganando a esa y ponía el liderato por las nubes. Con los revulsivos llegaron las soluciones.

Marcelino tiró de Soldado en el descanso. La imagen, al menos, comenzó a ser otra. Más digna. Luego echó mano de Jonathan en el 62’. Y por lo menos hubo chispa. Sin embargo, el ataque siguió siendo previsible, también por mérito del rival, tan humilde como ordenado. Y el resultado fue hasta a peor. En la única contra bien articulada por el equipo bielorruso marcó Vitus, recién entrado al campo. Odoji coló un balón entre Víctor Ruiz y Jokic para Beciraj. El delantero rompió a la defensa, centró y el lateral marcó a placer, con Barbosa ya batido.

El susto sólo duró dos minutos ya que un penalti absurdo de Voronkov a Samuel devolvió las tablas. Soldado, que había errado una ocasión clara antes, no falló. El defensa que cometió la pena máxima fue cambiado. Sonrojado ante un rival menor (173º en el ránking UEFA), el Villarreal se lanzó a por la remontada. Entró Denis por Castillejo en busca de mayor desborde y más pegada. El Villarreal subió bastantes metros la presión y comenzó a acosar el área. Sin mucho acierto, la verdad. Pero con la misma fortuna. Soldado, con ayuda de un defensa, hizo el segundo tras un buen amago y un fuerte derechazo. El ariete por fin sonrió mientras Marcelino, más bien, resoplaba.